A sus 24 años pone al servicio de los más necesitados de África, aquellos que ni tan siquiera tienen el amor paterno, sus conocimientos y su buen hacer en el ámbito educacional. Fue una decisión meditada, que tomó al finalizar sus estudios de Magisterio. "Tenía que dar a otros parte de lo que afortunadamente recibí en mi familia", asegura.