La muerte dulce, al abrigo del frío

Pablo García
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La llegada del invierno y las bajas temperaturas provocan un incremento de las intoxicaciones por monóxido de carbono. La mala combustión de estufas y calderas es la causa más frecuente de este tipo de incidentes

El pasado invierno, Castilla y León registró un incremento del 20% de este tipo de intoxicaciones. 193 personas se vieron afectadas por este gas. En Soria se produjeron cuatro casos y la última víctima mortal en enero de 2016 en San Felices. Los síntomas son dolor de cabeza, mareos, náuseas... Para evitar estos incidentes se puede instalar un detector y combiene ventilar las estancias.