El crecimiento de la población soriana sigue en números rojos. Si en 2017, las defunciones superaron en 489 a los nacimientos, el primer semestre del año no arroja datos positivos ya que en este periodo se produjeron 324 nacimientos por 649 fallecimientos. Castilla y León continúa con su retroceso con un saldo negativo en 7.587 personas. La misma tónica que en el conjunto del territorio nacional, el primer semestre de 2018 registra el menor número de nacidos desde 1941, 179.794 , mientras que la cifra de fallecidos también marca un récord ya es la mayor desde ese año (226.384 ). Así, el saldo vegetativo negativo asciende a 46.590.