Durante su juicio, reconoció militar en ETA, negó haber intentado asesinar al edil y aseguró que la dirección etarra le ordenó controlar los movimientos policiales en Pamplona e identificar a los "guardaespaldas" sin uniforme, pero no vigilar a representantes políticos. Su condena es de 18 años y 6 meses, con lo que cumplió las tres cuartas partes en octubre de 2014. El Ministerio del Interior especifica que ha admitido la legalidad penitenciaria al recurrir su clasificación.

Junto con Bemont, Interior ha trasladado a otros dos etarras. Jon López Gómez está en prisión desde el 6 de julio de 2005, cumpliendo una condena de 17 años y un día por los delitos de estragos y lesiones. Ha cumplido tres cuartas partes de la condena en septiembre de 2015 y ha admitido la legalidad penitenciaria.

Por último, Sabin Mendizábal Plazaola, está en la cárcel desde junio de 2015, con una condena de cuatro años y seis meses por un delito de daños relacionado con la violencia callejera. También llegó a las tres cuartas partes de la condena en julio de 2018. En su caso, además de aceptar la legalidad penitenciaria ha asumido su responsabilidad delictiva.