Los hosteleros se sienten desprotegidos y la situación lejos de mejorar sigue empeorando. El último intento de robo ha tenido lugar esta misma madrugada en un establecimiento de Golmayo Camaretas, intentaron forzar sin éxito la entrada por la terraza. Las pérdidas que supone cada uno de esos robos son cuantiosas, entre daños, desperfectos y la recaudación de las máquinas estarían valorados entre los 4.000 y los 6.000 euros; pero lo peor no son, según nos cuentan, las pérdidas económicas, sino la inseguridad.