El partido ante Unicaja Almería podía resolverse de dos maneras: con una derrota dolorosa o con unos celestes enchufados desde el comienzo ofreciendo una buena imagen en Los Pajaritos.

Rápidamente se vio que el Río Duero quería cambiar ese nubarrón sobre sus cabezas por un cielo más despejado. El primer set ofreció lo que se espera de los de Manuel Sevillano, descaro, lo que hizo que sorprendieran al líder de la Superliga adjudicándose el parcial por 25-19.

Consiguieron los locales mantener la igualdad en el segundo para caer por 23-25, y a partir de ahí Unicaja fue superior llevándose el tercero y el cuarto y cumpliendo con el guión.

Derrota del Río Duero que clasificatoriamente hablando no les saca del pozo, pero por lo visto en la cancha, las sensaciones han cambiado.