Es un trance muy difícil a todos los niveles, aunque los expertos aseguran que uno de los trámites más dolorosos es asumir la enfermedad. El Alzhéimer cambia la vida no sólo de los enfermos que la padecen sino de todas las personas del entorno. Al impacto emocional hay que sumarle las complicaciones del día a día, muchos de ellos son totalmente dependientes. Una enfermedad contra la que sólo se puede luchar a través de la investigación