Además del monumento, Ricardo promueve su uso como símbolo de la identidad cultural del medio rural, y así no duda en regalar chapelas a aquellos alumnos que siguiendo la huella literaria de Avelino Hernández visitan Valdegeña. Fue Teresa Ordinas quien se encargó de que la boina de su marido, Avelino Hernández, viajara desde Selva hasta su casa familiar en Valdegeña.