ornadas de trabajo completas o ampliación de jornada en un mismo centro es la principal reivindicación del colectivo de los cerca de 650 trabajadores de limpieza de edificios y locales de la provincia de Soria, que en Castilla y León son 19.000. «Por ejemplo, las personas que trabajan en el hospital lo hacen por horas y no para la misma empresa, por lo que se reivindican jornadas diarias continuas y más días de libranza seguidos», comenta Angélica Salmón, responsable en CC.OO. del área de construcción y servicios, quien reconoce el peso de este sector en cuanto a empleo en el área de servicios.
A diferencia de otras zonas de España, donde se ha podido observar en los últimos meses que el colectivo está en pie de guerra, en Soria se consiguió firmar en agosto un convenio colectivo provincial que recoge algunas mejoras, lo que se está haciendo en otras provincias de la comunidad de Castilla y León, con más o menos avances, para llegar a un convenio a nivel autonómico. En cuanto al convenio provincia, no se ha modificado nada respecto a antigüedad e IT (incapacidad temporal), mientras que en otras zonas éste es uno de los principales problemas. Las principales mejoras han sido subidas salariales de un 1,5% de 2018 a 2021, periodo de vigencia del convenio
«A nivel de negociación, se avanza hacia garantizar unas mejoras salariales y mejoras sociales en convenio, así como intentar aunar fuerzas y equilibrar a las provincias», añade Salmón. Además, el colectivo en Soria está totalmente de acuerdo con todas las reivindicaciones que están planteando los trabajadores de la limpieza a nivel nacional y que les están llevando a organizar sonadas protestas en los últimos meses. Eso sirve, según sus representantes, a «dar visibilidad a la precariedad que, verdaderamente, hay en el sector». El pasado uno de junio se convocó una manifestación en Valladolid, a la que asistieron trabajadores de toda la comunidad para dar visibilidad a sus reivindicaciones, centradas en el mantenimiento y la mejora del empleo (ampliar jornadas y menos temporalidad), ascensos profesionales (tras cinco años ejerciendo la actividad en la empresa) e incrementos salariales. A ello se suman otros problemas a los que hacen frente, como enfermedades laborales derivadas de un trabajo que supone esfuerzo físico. Entre ellas, se apuntan las lumbalgias o las lesiones en las manos, así como los efectos de algunos productos químicos que se emplean para la limpieza.
PATRONAL. Al otro lado de las negociaciones se encuentran las empresas de limpieza, muchas de las que operan en Soria incluidas en la patronal estatal ASPEL (Asociación Profesional de Empresas de Limpieza). Los empresarios insisten en que la dispersión de la negociación colectiva evidencia la necesidad de un convenio sectorial para el sector de la limpieza en España, con 400.000 trabajadores en activo.
En septiembre se contabilizaban 50 convenios colectivos, entre ellos el de Soria, que hacen que haya muchas diferencias salariales entre zonas y que hacen que la negociación y los acuerdos sean más complicados. Es una de las principales conclusiones del estudio ‘La fijación de salarios de limpiadores y limpiadoras en la negociación colectiva del sector limpieza’, que presentó la patronal en septiembre. La desproporción entre el empleo que genera el sector y el número de empresas que existen pone de manifiesto que se trata de una actividad intensiva en mano de obra, por lo que los costes laborales tienen una repercusión especialmente importante en la competitividad del sector, indican desde la patronal. Las empresas del sector de limpieza de edificios y locales, por otra parte, suponen menos del 1% del total.