"Hay que forzar sí o sí medidas especiales para Soria"

Nuria Zaragoza
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Superados los comicios a la Cámara de Comercio, su presidente, Alberto Santamaría, anuncia el reto de crear 100 empresas y generar 150 puestos de trabajo

"Hay que forzar sí o sí medidas especiales para Soria" - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Su candidatura se impuso con los votos del empresariado soriano y el pleno ahora ha ratificado su presidencia. Tras unas elecciones  a la Cámara marcadas por el enfrentamiento entre la patronal y la candidatura de Alberto Santamaría, este último tiende la mano a Santiago Aparicio aunque reconoce que no ha habido ningún acercamiento formal

 

«Es momento de pasar página». Son sus palabras. Pero, ¿qué ha aprendido tras este proceso tan convulso?

Que la Cámara es una institución viva y que representa bastante más de lo que en un principio nos pensábamos. La capacidad de movilizar a tanta gente así lo ha demostrado. Es un doble mensaje: la gente quiere una Cámara activa, funcionando en la línea en que está funcionando y, sobre todo, quiere que funcionen dos instituciones que tienen distintos objetivos y defienden distintos intereses. 

Aseguró que este proceso deja una nueva fotografía del tejido económico soriano ¿Cómo era y cómo es? 

Creo que antes [cuando había cuota obligatoria] había cierta indefinición y las empresas de Soria se sentían más desvinculadas por parte de las Cámaras de Comercio. La Cámara de Soria hizo un esfuerzo con el Club Cámara, y vimos que íbamos tejiendo de nuevo esa relación entre las empresas de Soria y la Cámara. Pero en todo ese proceso no había una legitimidad ajustada, como la hay ahora mismo. Lo que ha quedado patente es que la gran mayoría de empresas y comercios de Soria han apostado por la Cámara. Lo hicieron a través del voto. Con lo cual, esa foto sí que cambia. Nos hace presentar esa bandera de ser realmente quienes estamos representando al pequeño comercio y a la industria de Soria. 

 

¿Se sienten ahora más legitimados?

Sí, totalmente. Es un orgullo estar donde estamos y representar a los empresarios de Soria. Su movilización ha sido ejemplar en todo España.

 

¿Hay fractura entre el empresariado soriano?

No. No se corresponde esa fractura entre las instituciones con la realidad del empresariado soriano. Para nada. Nunca se ha correspondido. Y, de hecho, así se ha demostrado con la participación. Yo lo he visto prácticamente como una manifestación empresarial encubierta dejando claro qué es lo que se quiere. 

 

¿No hay fractura tampoco con la ‘cabeza’ de la federación?

Bueno, creo que las ideas son distintas, en algunos casos son contrapuestas. Legítimamente todo el mundo quiere lo mejor para las empresas de Soria, pero a lo mejor lo vemos desde distinta óptica. Y tienen o deben ser compatibles, pero sobre todo respetarse entre ellas. 

 

¿Ha hablado con Santiago Aparicio después de las elecciones?

Nos hemos cruzado un par de veces. Pero es verdad que tenemos que juntarnos, juntar nuestros comités ejecutivos, ver los contenidos, poner fecha, y marcar objetivos comunes donde se pueda trabajar juntos, y ver también en qué peculiaridades tenemos que trabajar cada uno (porque son competencias en las que no tenemos que interferirnos o duplicar trabajos). 

Que la participación haya sido tan elevada en Soria ¿no cree que es también una llamada de atención instándoles a evitar esa división?

Nosotros no es que vayamos de buenos ni de no buenos [..] pero hemos intentando ir de la mano con todas las administraciones. Pero sí que es verdad que hubo una época donde nos encontrábamos de frente continuamente con las acciones de la federación. Pero, lejos de entrar en confrontación, lo que hemos hecho siempre ha sido ir mirando para adelante. Y yo creo que el mensaje sí ha ido por ahí, en decir, «señores qué están haciendo ustedes, esto no puede ser así». Y entiendo que la opción tan aplastante hacia un mensaje u otro ha sido clara, y tenemos todas las partes que escuchar el mensaje que nos han dado, no nos queda otra. 

Se ha marcado como objetivo favorecer la creación de 100 empresas y 150 puestos de trabajo. ¿Cómo lo hará?

Es ambicioso, pero hay que trabajar en ello. Ya se está trabajando desde el semillero, el vivero... y tenemos que seguir trabajando también en la atracción de empresas de fuera. Hay contactos con empresas. Creo que va a ser complicado, pero ¡para eso nos metemos!. En la Cámara se sale desde hace ya tiempo de esa zona de confort. No va a ser cuestión imposible.

 

¿Se puede avanzar algo de esos contactos con empresas que menciona?

No, porque uno de los activos más importantes que entendemos que tiene la Cámara son los acuerdos de confidencialidad. Muchas veces se puede caer en la tentación de vender algo por subir el perfil en un momento dado. Pero nosotros no tenemos que vender nada políticamente ni tenemos que subir el perfil. Pensamos en el medio y largo plazo y no nos merece la pena quemar el producto en cierta manera antes de sacarlo. 

La Cámara es su pleno pero, también, su equipo técnico. Su plantilla ha sido clave en ese rediseño de la entidad tras la crisis. ¿Se prevé mantener la plantilla? ¿Y reforzarla?

A fecha de hoy prácticamente tenemos cubierto el mismo número de personas que teníamos al inicio de la crisis. Entendemos que tenemos que ir haciendo personal fijo en función de que tengamos presupuesto fijo consolidado, y personal por proyectos para esos proyectos que van entrando. ¿Qué está pasando? Que esos proyectos que van entrando, van cuajando y se van haciendo proyectos fijos, y el personal se va haciendo fijo. La crisis nos ha hecho reinventarnos, acercarnos al empresariado, bajar a la arena, recibir a la gente y escuchar. Porque lo que decían era verdad, y era una entidad más aristócrata, más separada, más alejada. Hemos sabido coger el mensaje y reinventarla. Yel personal técnico es el que ha dado la cara, es el que ha asumido las consecuencias y ha estado en un nivel de mínimos con cuatro personas en un ERE al 60%, prácticamente sin ingresos; pero con una fe en el proyecto. Eso ha hecho reinventarnos como plantilla. En ocho años se ha hecho un plan de viabilidad que hemos superado con creces. Tenemos una Cámara muy saneada y el personal hoy por hoy es el activo más importante, porque es el que tiene el pulso. El personal es el gran artífice. Nosotros estamos de paso. 

 

Ahora el 63% de los recursos de la Cámara son propios. Es una búsqueda evidente de independencia económica pero ¿también política?

Totalmente. Teníamos claro que lo primero que nos hacía falta era tener al menos el 50% de ingresos propios para cubrir gastos generales, para que la Cámara estuviera abierta. Pero, sobre todo, porque efectivamente, según está diseñada la sociedad hoy, la independencia económica te da la independencia política. Buscar compañeros de viaje cuando tú aportas una parte del dinero es muy distinto que tener que vender el proyecto a ver si quieren entrar. Y eso está funcionando. No haces proyectos condicionados a, haces proyectos que crees que son necesarios para Soria. Yla alta participación que ha habido en Soria nos hace poder trasladar a la administración la realidad con legitimidad. Porque muchas veces cuando tú dices que representas pero realmente no tienes contacto con el empresario es muy difícil trasladar los proyectos reales que busca el tejido económico. Aquí son proyectos que representan lo que busca la mayoría de las empresas. 

 

Les han acusado sin embargo de posicionarse de lado ante las reivindicaciones de Soria y los empresarios.

A lo mejor no hay que salir con pancarta y altavoz. Desde la Cámara la relación que tenemos con las administraciones tiene otro perfil y se puede reivindicar de otra manera. En el caso concreto del IBI del polígono, se ha luchado intensamente, por ejemplo.

También decían que no protestábamos porque comemos de su mano. Se contrapone, porque nosotros comemos de lo que generamos. 

 

Aseguró que «el comercio de Soria hay que readecuarlo». ¿Cómo?

Yo creo que hay que actualizarlo a las nuevas tendencias de compra. Antes un cambio de modelo tardaba décadas, pero ahora viene de la noche a la mañana con la globalización y el acceso a la información. Con lo cual, tenemos que estar preparados a no tener un negocio montado y ya está. Tenemos que adecuarlo y ajustar la digitalización, ofrecer productos más acordes a lo que la gente pide y, sobre todo, entender que vivimos en un mundo mucho más activo y vamos a otra revolución y tenemos que trabajar de otra manera. Es duro y quizá injusto pero hoy en día o te adecuas de hoy para mañana o se acabó. 

 

¿Y por dónde tenemos que ir para ser realmente atractivos a la industria?

Hay que hacer una estrategia común en cómo articular la provincia, relacionar población con industria y con riqueza. 

Y creo que Soria tiene mucho que ofrecer y puede crecer mucho por el sector agroalimentario. Porque tiene muchas hectáreas. A corto plazo, primera transformación (plantaciones...) y, una vez que haya producciones de calibre, la segunda transformación vendrá sola. Por ahí puede ser un hito. E históricamente tenemos también muy asentado el tema de la industria auxiliar del automóvil. Hay que ir de la mano con ellos para que nuestras industrias sean competitivas a la hora de llevarse los proyectos, y no solo con la competencia, sino con las propias industrias del mismo grupo. Soria ofrece el tema laboral, la baja conflictividad... pero una empresa busca también productividad, eficacia. En ese aspecto en Soria estamos dando unos buenos ratios. Y eso hace que las empresas no cierren. Siendo más rentables que otras del grupo. 

¿Ve factible que pueda llegar una  gran empresa motor?

Eso requiere componentes políticos, pero sobre todo requiere que el proyecto esté bien ajustado para no caer en cuestiones como ha pasado con Vestas. No quiero entrar en debate de quién es la culpa porque al final el pagano es el trabajador y la comarca, pero sí que es cierto que, a la hora de elegir una ubicación y otra, primero el proyecto debe adecuarse al perfil del terreno donde quiere estar, tiene que tener el personal formado y, sobre todo, tiene que tener esa rentabilidad económica que luego da la rentabilidad social. Una empresa no va de un sitio a otro por coger pelotazo, va donde es eficiente y saca beneficios.