Con la llegada del frío vuelve a ponerse sobre la mesa el peligro de los braseros en los hogares del medio rural. La recomendación desde el cuerpo de bomberos es clara, se deben dejar de utlizar estos aparatos, "se deben eliminar en hogares de personas mayores, niños o embarazadas", afirma José Javier Gómez Pardo, Jefe del Parque de Bomberos de Soria.

El monóxido de carbono es indetectable para la vista y el olfato humanos. Algo que ya ha sucedido hace una semana en Ólvega con dos intoxicados. En caso de utilizar estas estufas de carbón natural deben tomarse una serie de precauciones, "no dejarlas encendidas toda la noche y ventilar la casa de forma adecuada".

Ademas se recomienda la instalación de aparatos de detección de monóxido de carbono para evitar lo que en algunos casos llega a conocerse como la muerte dulce al producir esta sustancia sueño, "en cuanto el nivel de esta sustancia es demasiado en el aire avisa como un detector de humos".

Desde el mes de septiembre son 55 los casos que se han producido en Castilla y León, siendo el de Ólvega el único en Soria