En la misiva explican que no pretenden "suscitar polémicas". Explican que la cabaña de vacuno ha descendido hasta las 303 de las 2.787 de 1990 y que tan solo quedan dos explotaciones de leche de las 450 de 1960, sin la existencia de la vaquería de Noviercas. No ven un problema en el consumo del agua ni en la gestión de los purines pero advierten que deberán obtener la licencia ambiental.