La mañana del Sábado Agés no solo consiste en acercarse hasta la correspondiente Cuadrilla a por la tajada, sino que en ellas los vecinos pueden picotear alguna pasta o algún guiso, así como saborear el moscatel que no falta en los locales. También los niños, que acompañan a padres y abuelos, suelen tener trato preferente este día en las Cuadrillas.