Cerca de 3.000 personas volvieron a revivir la pasada medianoche, en Medinaceli, una de sus tradiciones más polémicas y centenarias, el Toro Jubilo, en la que un astado recorre la localidad con teas de fuego. El festejo se desarrolló sin incidencias de seguridad, aunque fue más corto de lo habitual debido a que las bolas de fuego que portaba el animal estuvieron menos tiempo en llamas