Diez años de profunda y prolongada crisis ha dejado graves secuelas en el sector del comercio, que en este tiempo ha perdido cerca de 20.000 empleos en la Comunidad y ha visto cómo los establecimientos se reducían en casi 4.000. Aunque durante el año 2017 se recuperaron El comercio ha atravesado una crisis profunda y muy prolongada, que ha dejado graves secuelas en ventas y empleo. Cerca de 20.000 puestos de trabajo se han perdido en el sector durante los últimos diez años, además del cierre de casi 4.000 establecimientos y un recorte importante en las ventas. A pesar de que el pasado ejercicio se recuperaron poco más de 1.300 puestos de trabajo, la sangría aún supera el 11 por ciento respecto a los 159.835 ocupados, entre autónomos y trabajadores por cuenta ajena, que había a finales de 2007.
Rosario Sanz, presidenta de la Confederación Regional de Comercio (Conferco), confirma que este año se ha ralentizado la contratación, incluso en fechas de máximas ventas como la Navidad. «Puede que la apertura de todos los domingos durante este mes produzca algún repunte extra», reconoce, aunque critica que ahora apenas se marca diferencia entre las campañas del ‘black friday’, la navidad y las rebajas. Sanz destaca, no obstante, que éste es un sector con gran temporalidad y muchos contratos a tiempo parcial.
Esta misma idea reflejan los representantes sindicales, quienes se quejan de que «no se contrata gente en el pequeño comercio», tal como afirma Javier del Río, secretario regional de Comercio de UGT. Este dirigente explica que los trabajadores realizan «jornadas maratonianas» para poder cubrir los amplios horarios comerciales o las aperturas en domingos y festivos, lo que va «contra la conciliación laboral y familiar y no fomenta una mayor contratación».
Por su parte, la responsable de la asociación de trabajadores autónomos y dependientes de Castilla y León (Tradecyl), Rosa Eva Martínez, reconoce que han sido «años difíciles» por la competencia de las grandes cadenas comerciales. «Los autónomos del sector comercio y reparación de vehículos han caído un 2,4 por ciento entre el primer semestre de 2017 y el de este año», explica.
Martínez insiste en que los comerciantes asentados han podido resistir esta «travesía del desierto», pero los emprendedores no han podido aguantar la situación y en su mayoría han tenido que cerrar y abandonar sus negocios.
El empleo no ha sido el único factor que se ha resentido durante la crisis. Las ventas también se han visto mermadas y, a pesar de que se han recuperado respecto a los peores años, Rosario Sanz avanza que este año el crecimiento no alcanzará las previsiones del 3 por ciento (el incremento hasta finales de octubre era sobre el 1,6 por ciento).