Para ello siguen una política concreta respecto al personal docente investigador, mantenerlos en sus puestos de trabajo de una manera garantista durante 5 años a fin de poder cambiar sus contratos con posterioridad para que puedan acceder a plazas fijas de profesores titulados. Además comenzarán los procesos de selección de personal asociado el mes de julio para que no se repitan los problemas de falta de personal a principio de curso. Desde la universidad reconocen la precariedad de los contratos.