Una final inédita para un Mundial atípico. Francia y Croacia definen hoy el título de Rusia en un partido que no ofrece medias tintas: la segunda estrella en 20 años para los ‘bleus’ o la coronación del cuento de hadas de los balcánicos.
El estadio Luzhniki, el campo emblemático del campeonato, proclamará a los nuevos reyes del fútbol. Los elegidos serán dos equipos que comenzaron la competición fuera del grupo de grandes favoritos y que le otorgarán un soplo de aire fresco al torneo.
Messi, Cristiano Ronaldo y Neymar Jr. llegaban como los grandes ‘astros’ dispuestos a imponer su jerarquía. Brasil y Alemania comparecían como principales aspirantes al trono. Ni unos ni otros pudieron sobrevivir a un Mundial taquicárdico, con momentos para la Historia y, por qué no también, de poco fútbol.
Rusia ofrecerá el relevo del combinado germano, que en esta competición tuvo una actuación decepcionante y cayó a las primeras de cambio. No será tampoco la edición en la que bloque suda-mericano pueda emular a la Canarinha de Pelé y logre ganar en territorio europeo.