Medio Ambiente apuesta por aumentar la superficie del chopo

Ical
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Científicos, administraciones y empresas se citan en el II Congreso Nacional de Chopo en Castilla y León, que con 75.000 hectáreas alberga el 65% del total

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, abogó hoy por incrementar la superficie actual de chopo en la Comunidad para surtir a la industria regional del tablero y la biomasa, reducir el riesgo de avenidas junto los cauces de los ríos y elevar la absorción y secuestro de CO2, pues una hectárea con 300 ejemplares captura al año unas 10 toneladas de la atmósfera. Así lo aseguró durante la inauguración del II Congreso Nacional del Chopo -el I se celebró hace 17 años en Zamora-, que tiene lugar en el Museo de la Ciencia de Valladolid hasta el viernes, con la participación de 180 personas del sector de la populicultura, entre ellos científicos, administraciones y empresas.

Actualmente, con 75.000 hectáreas y una producción de 750.000 toneladas anuales (280.000 en 2001), Castilla y León alberga el 65 por ciento de la superficie nacional de choperas. Al respecto, el consejero, acompañado por el subdirector general de Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Manuel Jaquotot, destacó el interés de la Comunidad en “posicionarse como referencia al servicio de profesionales y propietarios del sector”.

Del total de la superficie en la Comunidad, 45.000 hectáreas están dedicadas a la producción de madera. La propia Consejería gestiona 12.000, aproximadamente, un 27 por ciento del total: 3.000 en montes de utilidad pública y 9.000 hectáreas en espacios patrimoniales y privados gestionados por Somacyl mediante convenios con entidades públicas y propietarios privados. La planta procede principalmente de los viveros de la Junta de las provincias de León y Valladolid, donde se producen más de 100.000 plantones al año.

Las ventajas ecológicas de las choperas frente a otros cultivos, y en las que incidió Suárez-Quiñones, incluyen desde el secuestro de carbono, su actuación como filtro del exceso de fertilizantes, la regulación de los cauces, hasta el impedimento del desarrollo de los fuegos, pasando por su contribución al aumento de la biodiversidad.

Además, la explotación del chopo cumple un importante papel en el desarrollo rural. Se trata de uno de los pocos cultivos forestales mediterráneos capaces de dinamizar la economía de los pueblos y luchar contra la despoblación. Se estima que 30 hectáreas de chopo gestionadas sostienen hasta una decena de empleos en el medio rural a través de en la industria de contrachapado, en servicios como repoblación, tratamientos culturales, corta o transporte y en otras industrias transformadoras. En España actualmente se contabilizan 11.000 empleos, más de la mitad en la Comunidad, con una repercusión económica de 55 millones de euros.