Para Estela Navascués ser madre es "lo más maravilloso que me ha podido pasar". Tras vivir el sueño de los Juegos Olímpicos de Río, Estela decidió abrir un paréntesis en su trayectoria deportiva para dedicarse a su vida personal. Durante el embarazo decidió no correr para evitar riesgos. Mes y medio después de dar a luz, la fondista volvió a los entrenamientos. A las dificultades para conciliar la vida personal y deportiva de esta atleta de élite, se unió la falta de apoyos: "Durante ese año me han faltado llamadas de teléfono y esos patrocinios que siempre necesitamos los deportistas". Estela entrena mañana y tarde a las órdenes de Abel Antón. En su vuelta a la competición, venció en los 10 kilómetros del IV Memorial Itziar Lazurtegui. Su sueño, volver a ser olímpica en Tokio 2019. Para ello, tiene el reto de conseguir la mínima que le dará el billete para Japón.