En el año 2014 nace el proyecto BIOMASUD que permitió crear el sello de certificación de biocombustibles en el ámbito mediterráneo. Cuatro años después BIOMASUD PLUS, a través de más de 350 muestras de biomasa, elabora unos estándares más concretos con nuevos materiales como las podas de olivo y sarmientos, o los huesos de aceituna. "Se trata de nuevos biocombustibles que dan un rendimiento muy alto y que es necesario clasificar", comenta la directora del CEDER-CIEMAT, Raquel Ramos.

Una clasificación con la vista puesta en la comercialización de biocombustible cumpliendo la nueva normativa europea centrada actualmente en las emisiones. En nuestra comunidad el trabajo se centra ahora en concienciar a los agricultores en la quema de la poda de la vid. Conseguir una adecuada combustión es necesario para cumplir la nueva normativa, "para ello hemos creado una guía de biocombustibles, algo muy necesario tanto para los agricultores que ahora queman los restos de poda al aire libre, como para los particulares que utilizan estos materiales en sus estufas", afirma el responsable de proyectos europeos de AVEBIOM, Pablo Rodero.

En este proyecto centrado en la zona mediterránea europea participan actualmente ocho países.