Ferrari y Sebastian Vettel no encuentran soluciones ante la presión de Lewis Hamilton, un piloto que parece haber perfeccionado la palabra ‘victoria’ en la Fórmula Uno.
El impresionante momento de forma del británico contrasta con la melancolía que se respira en el garaje de la ‘Scuderia’. Mientras el inglés tiene agarrada la copa de campeón con una mano y media, el alemán se ve obligado a responder a preguntas incómodas.
«En realidad, yo tampoco esperaba que decayeran tanto. No tengo una respuesta para eso, pero quizás Sebastian sí pueda nombrar algunas causas», indicó Hamilton el pasado domingo en Japón tras ganar con el Mercedes su cuarto Gran Premio consecutivo. Vettel fue sexto.