La última década para controlar el cambio climático

SPC
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Naciones Unidas urge a los Gobiernos a tomar medidas drásticas y de gran alcance en todos los aspectos de la sociedad para limitar el calentamiento y evitar daños irreparables a corto plazo

El informe más dramático y contundente hasta la fecha elaborado por el grupo de expertos científicos de Naciones Unidas hizo ayer un llamamiento «final» y la advertencia más extensa sobre el riesgo del aumento de las temperaturas globales y el escaso tiempo que queda, una década, para tratar de frenar el calentamiento global. 

El Panel Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU presentó ayer un documento, después de tres años de estudios, en la localidad surcoreana de Incheon en el que insta a poner en marcha «cambios de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad» para limitar el calentamiento global a 1,5 grados sobre los niveles preindustriales y evitar así «daños irreparables». 

La transformación descrita en el documento es impresionante, y la velocidad de cambio requerida plantea cuestiones inevitables sobre su viabilidad. Exige un esfuerzo global y conjunto por parte de todos los Gobiernos, algo que se antoja imposible debido los intereses contrapuestos de algunas potencias como Estados Unidos. 

El documento indica que el mundo necesitará desarrollar programas a gran escala de «emisiones negativas» para eliminar volúmenes elevados de dióxido de carbono. Aunque las tecnologías básicas existen, no se han difundido ampliamente, y los científicos han cuestionado de manera contundente si ese programa puede ampliarse en el breve período disponible antes de alcanzar temperaturas críticas. Mantenerse por debajo de los 1,5 grados requerirá a juicio de los investigadores «cambios rápidos y será enormemente caro». 

Deja, sin embargo, abierta la ventana a la esperanza y asegura que si las emisiones se detuvieran hoy, el planeta no superaría el aumento de 1,5 grados. Pero si no se implementan esos cambios y no se toman decisiones de manera urgente, el mundo está al borde del fracaso porque las emisiones globales de dióxido de carbono muestran pocos signos de desacelerarse. Además, Estados Unidos, el segundo emisor del planeta de gases de efecto invernadero, ha dado todos los pasos en contra de alcanzar los objetivos marcados en el Acuerdo de París, del que se salió poco después de que el presidente Donald Trump llegara a la Casa Blanca.