Rueda y Ribera platean limitar las nuevas viñas a 1 y 950

P. Velasco
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Los dos consejos reguladores de estas denominaciones de origen trasladarán al Ministerio su propuesta para el crecimiento de estas zonas a lo largo de 2019

Las denominaciones de origen Rueda y Ribera del Duero quieren seguir creciendo, pero de forma más controlada para no saturar el mercado, por lo que han decidido trasladar al Ministerio de Agricultura, a través de la Consejería, sus propuestas para limitar el próximo año la concesión de plantación de nuevos viñedos en estas zonas vitivinícolas de Castilla y León.

En concreto, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda recomienda limitar a una hectárea la superficie dedicada a las nuevas plantaciones, así como descartar el arranque de viñedos. Por su parte, Ribera del Duero sigue con su política de los últimos años y el Consejo Regulador ha decidido plantear un límite máximo de 950 hectáreas para el próximo año.

Pero la última palabra al respecto no la tienen los consejos reguladores, sino el Ministerio de Agricultura. El nuevo régimen de autorizaciones de viñedo, que entró en vigor el 1 de enero de 2016 según la estrategia marcada desde la Unión Europea, asegura un crecimiento ordenado de las plantaciones de vid durante el periodo 2016 a 2030. El nuevo sistema permite obtener una autorización a partir de un cupo nacional que establece cada año el Ministerio y que en 2018 se fijó en 4.950 hectáreas para toda España, mientras que el de 2019 se conocerá a finales de este año tras trasladar cada Comunidad autónoma al organismo ministerial competente las propuestas de las denominaciones de origen.

Aunque hasta dentro de unos meses no se conocerá la cifra definitiva que se concede a Castilla y León para la plantación de nuevos viñedos, los consejos reguladores de Rueda y Ribera del Duero -las dos zonas vitivinícolas de la región con más superficie y con una mayor comercialización de botellas- han decidido ya protegerse y controlar su crecimiento, al igual que lo han hecho en años anteriores otras denominaciones como Txacolí de Vizcaya, Txacolí de Getaria, La Rioja o Cava.

Esta no es la primera ocasión que la Ribera del Duero adopta esta decisión, ratificada por el Pleno del Consejo celebrado el pasado 26 de octubre. En el año 2016 fijó el límite en 314 hectáreas, ampliándolo en 2017 hasta las 500 y en 2018 a 950. Una cifra que ha decidido mantener en la propuesta que remitirá a la Consejería de Agricultura para el próximo año.

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda ha sido mucho más restrictivo y ha decidido plantear la limitación a una hectárea para 2019, como confirmó su director general, Santiago Mora. Una medida que ya adoptó en el año 2017 cuando impuso un cupo de 68 hectáreas tras el elevado número de solicitudes que recibió en 2016.