El Numancia logra un valioso punto en Riazor donde ha demostrado saber levantarse de una sitisitua que pintaba muy mal tras los primeros 45 minutos, una primera parte en la que sus errores hicieron que ya al descanso se marcharan con un contundente 2-0. 

Comenzaba el encuentro con la tónica habitual a domicilio. Era el minuto 10 cuando Expósito definía con maestría desde el centro del área para adelantar a los locales. Demasiado cuesta arriba se ponía el encuentro para un conjunto rojillo con mucha voluntad pero poco peligro. No llegaba el crono a la media hora cuando el encuentro se convertía en una quimera. Diamanka daba un pase hacia la defensa en salida de balón de esos con los que cuentas que reciba un central, pero en esta ocasión caía a los pies de Borja Valle que hacía el segundo con tiro raso cruzado ante el que poco podía hacer Juan Carlos. Así se llegaba al descanso.

Oyarzun daba la réplica a Nacho, un cambio determinante y que cambiaba la tónica del encuentro. Higinio remataba el primer centro del extremo estrellando el balón en el larguero. Un Numancia desatado acosaba al Deportivo en los primeros minutos viendo recompensada esa insistencia con un remate de Unai Medina tras un nuevo centro de Alain.

El Numancia hace honor a su nombre en Riazor (2-2)

Con media hora por delante había partido. El conjunto gallego despertaba de su letargo y a través de contras intentaba cerrar el encuentro, pero el Numancia ya había cambiado la inercia del partido.

A 10 minutos del final Diamanka remendaba su fallo en la primera parte con un acrobático remate a pase de ya saben quién.

No había tiempo para más y el Numancia suma un valioso y trabajado punto. Sigue sin ganar fuera de casa pero la sensación es que ha recuperado el espíritu que le da nombre.