El Congreso conmemoró ayer el Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra hoy, con un acto en el que el joven actor y escritor Damián Alcolea dejó impactados a la Reina Doña Letizia y a los diputados de todos los grupos políticos en la Cámara Baja con su relato del trastorno psíquico obsesivo que padece desde los 14 años.

Con lágrimas en los ojos, Alcolea hizo un llamamiento a «aceptar y dejar de cuestionar a las personas que viven con malestar psíquico», a las que también animó a hacer visible su problema para erradicar los estigmas que persiguen a quien sufren esquizofrenia, depresión o trastornos alimenticios.

«Ya es hora. Estamos aquí y no vamos a escondernos. Vamos a ocupar nuestro lugar en la sociedad, sin pedir permiso, porque nos pertenece», proclamó Damián.

El acto se celebró en la Sala Constitucional del Congreso con la asistencia de la Reina, la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor; y la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo. El lema del Día Mundial de este año es Jóvenes y salud mental en un mundo cambiante.

Según los datos de la confederación nacional, dos millones de jóvenes de entre 15 y 29 años han sufrido algún síntoma de trastorno psíquico en el último año, de los que la mitad no lo ha hecho público.

Alcolea se levantó de la butaca para ofrecer de pie su testimonio en primera persona ante la mirada fija de los asistentes.

«Empecé a ir a una psicóloga a los 14 años. Llevaba tiempo sintiéndome acosado por constantes pensamientos sobre la muerte y por algunos compañeros del instituto que me hacían la vida complicada», reveló el actor, que ahora tiene 39 años.

Tras preguntarse por qué aquellos chicos le trataron así y le condujeron a «un gran agujero negro», se contestó que quizá fue porque «era evidente que era gay o porque mostraba una sensibilidad que ellos no llegaban a entender».