Las rosas de Aleia Roses "son bonitas pero tienen espinas", sentencia Miguel Ángel Brezmes, de la Federación de Industria de Comisiones Obreras de Castilla y León. Un centenar de despidos improcedentes contabilizan en este 2018, despidos por causas como "bajo rendimiento", cogerse la baja o participar en asambleas de Comisiones Obreras. Despidos que llegan de forma arbitraria, al igual que los cobros de pluses, lo que conduce a los trabajadores a una situación de miedo e inestabilidad, afirman.

La empresa cuenta en total con 380 trabajadores, en su mayoría inmigrantes. Se contabilizan unas 20 nacionalidades, por lo que CCOO denuncia que se utilice la situación desesperada de estos trabajadores, que tienen aún más complicado el acceso a un puesto de trabajo. Frente a esas cifras, CCOO considera desproporcionada la cifra de 100 despidos, casi una cuarta parte de la plantilla, trabajadores que son reemplazados sistemáticamente. Todos ellos son contratos indefinidos, por lo que, según supone el sindicato, pueden perseguir fines como aspirar a determinadas subvenciones. CCOO pide que Inspección del Trabajo se implique contra esta situación.

Por otra parte, el pasado 10 de octubre se procedió a la firma del nuevo convenio, que permanecerá en vigor hasta 2020. Comisiones Obreras se retiró de la negociación de ese nuevo convenio, que consideran que perpetúa unas condiciones que ya califica de "subsaharianas", y denuncia que finalmente se haya firmado con la colaboración de UGT a espaldas de los trabajadores, a quienes no se les permitió votar para ratificar o no el convenio.

De hecho, CCOO ha rebautizado a UGT como "Unión Sindical de Traidores" por contravenir los acuerdos confederales en los que ambos sindicatos se comprometieron a no permitir salarios mínimos inferiores a los 14.000 euros. En el nuevo convenio de Aleia Roses, los trabajadores se quedarán en los 13.660 euros. Según aseguran, los trabajadores están cobrando unos 800 euros al mes en unas condiciones de trabajo muy duras.