Ituero se mueve por su futuro

Ana Pilar Latorre
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La Asociación Cultural La Barca e Iteatuero son el ejemplo de que las iniciativas de los vecinos e hijos del pueblo, como teatro y cortometrajes, mantienen a las localidades vivas

La sección Soria Imagina del Festival de Cortos  Ciudad de Soria ha servido estos días para demostrar que, a pesar de la despoblación, muchos pueblos tienen vida y una intensa actividad cultural gracias a la ilusión de sus vecinos por regresar y habitar las casas aunque sea solo los fines de semana, puentes y verano, pero con eso es suficiente. Es el ejemplo de Ituero, que participó con los vídeos Al rescate de la señal y Me apetece Ituero, realizados por la gente del pueblo. Aunque no se llevaron el premio, el hecho de que se proyectaran los vídeos en el Centro Cultural Palacio de la Audiencia supuso ya una satisfacción. «Nuestro premio era ver a los que han participado en la pantalla grande y que la gente nos felicitara por transmitir lo que hacemos y pensamos. Es esa ilusión por ver que, como en otros muchos puntos de la provincia, mucha gente trabaja y saca adelante proyectos muy interesantes, desde clubs de lectura a negocios como panaderías, bares o talleres», explica Esther Lafuente, una de las responsables de la Asociación Cultural la Barca de Ituero. 

Para ella, «en tiempos en los que en Soria se habla sobre despoblación y como combatirla, en los que el pesimismo de algunos hace que todo se vea casi negro y de que aquí la gente solo habla de irse, hay gentes y pueblos en los que se siguen haciendo cosas, donde se dejan de lado las diferencias para, entre todos, seguir viviendo y viniendo a un territorio que es el de los que se fueron, pero sobre todo de los que nos quedamos y los que queremos seguir teniendo aquí nuestro futuro». Lafuente hace referencia, por ejemplo, a la representación teatral que se organiza en el frontón en la víspera de las fiestas, cada 19 de agosto, «una obra original con personajes a los que dan vida los vecinos». Pero además, hace hincapié en la colaboración entre las asociaciones de la localidad y el Ayuntamiento para «poder disponer de espacios públicos», como la zona de juegos infantiles o el local social. 

Además, en Ituero hay más de una asociación, cada una con un cometido.La Asociación Cultural la Barca se creó en 2002, su presidenta es Rosa González y ahora tiene 200 socios mayores de 18 años (entre los que se encuentra algún vecino que casi es ya centenario), además de 30 niños. Entre sus actividades destacan la matanza en enero, ‘el cardo’ o limpieza de la zona del Duero en julio, la semana cultural (zumba, juegos populares, excursiones, acampada, taller de elaboración de cerveza artesana...) en agosto y la gymkana de Halloween. También hay una asociación que lleva el centro social y que organiza todo lo relativo a esas instalaciones.

iteatuero. Pero recientemente se ha creado también una asociación teatral, Iteatuero, en torno a las representaciones que escribe y organiza desde hace 21 años Miguel Ángel Machín, de Ituero y que vive ahora en Almazán. «Comenzó con 13 años con sus amigos y un montaje de sombras chinescas, para lo que repartieron dípticos por las casas. Después, fueron organizando espectáculos con más participantes y se fueron uniendo más vecinos del pueblo. Muchas veces son comedias y alguna vez ha sido, por ejemplo, sobre el Antigio Testamento, pero lo que se le ocurra cada año a Miguel Ángel», explica Esther Lafuente, quien incide en que en Ituero hay mucha gente activa. «Son unas 30 personas las que participan cada año en el montaje y cada uno hace lo que puede, tanto interpretar como ayudar en montar la mesa o en los decorados», añade la tesorera de la asociación La Barca.

En 2017 se celebró el 20 aniversario de esta iniciativa cultural con Mi abuela es una madame y en 2018 se ha puesto en escena Grand Hotel.Cada año se dan cita allí para ver la representación tanto vecinos de Ituero e hijos del pueblo como personas de los alrededores, que son muchas porque en verano las localidades de la zona triplican su población. Hay que destacar que Iteatuero organiza también otras actividades a lo largo del año, como el curso de improvisación que se ha impartido en 2018.

el calendario. La novedad de este colectivo este año ha sido la elaboración de un calendario, que no tiene desperdicio, con la participación de más de 70 personas que han recreado fotos o imágenes icónicas y del mundo del cine (Obreros en la viga, Los niños del coro, La última cena, Titanic, El beso, El Quijote...). Con la recaudación de fondos se irá preparando algo especial para la próxima edición del teatro y para cuando se celebre el 25º aniversario.

Desde 2009 se hace el segundo día de la fiesta la foto de familia, que después se coloca en la Cantina. La asociación graba vídeos como los que han participado en el certamen de cortos y en 2016 se hizo un lip sobre la historia de un viajero. 

Ituero ha pasado de los 49 habitantes en el año 2000 a los 27 en 2017. Aunque ha habido repuntes a 46 en 2007 y a 40 en 2010, la tendencia es a la baja, como en otros muchos pueblos de la provincia y en los del municipio de Cubo de la Solana (182 habitantes), como Almarail (29 habitantes), Lubia (55 habitantes), Rabanera del Campo (19 habitantes) y Riotuerto (8 habitantes). 

«Está bien que haya gente con buenas ideas y que se puedan ejecutar, que se colabore entre todos en lo que se pueda», añade. Para ella, es importante que también se vea que hay pueblos con vida y que no están muertos, como a veces se da a entender. Además del ejemplo de Ituero, apunta otros como Almajano, con club de lectura y coro, pero son muchos más. En su caso, Esther tuvo que dejar de ir al cole en su pueblo cuando se cerró, pero le gustaría que sus hijos pudieran hacerlo. Sin embargo, aporta su granito de arena y en verano, como otras muchas familias, se traslada allí a vivir. «Entre todos y yendo al pueblo podemos conseguir que esto siga adelante. No organizamos grandes cosas pero sí actividades para mantener el pueblo con vida y dinámico», añade. En Ituero, muchos de los hijos del pueblo están en Soria pero también hay numerosas familias de Madrid, Zaragoza o Bilbao. «Hay gente muy implicada en el pueblo, con ideas que se proponen a la junta directiva», reitera Esther Lafuente insistiendo en la idea de que «los pueblos están vivos».