Los grupos de izquierdas en las Cortes regionales reafirmaron ayer su unión en torno al acuerdo fiscal de mínimos presentado en julio y que este lunes desgranaron en el Parlamento regional. Un pacto que los líderes regionales de PSOE, Podemos e Izquierda Unida se comprometieron a llevar en sus programas electorales para los comicios autonómicos de mayo para aumentar la capacidad fiscal de Castilla y León y dotar a la Comunidad de un modelo «más progresivo». El pacto fiscal de Comunidad, firmado por los tres partidos y los dos sindicatos el pasado mes de julio, da un paso más en una «batalla» al «populismo fiscal» y a la «ola neoliberal» de que no es necesario subir los impuestos y de que se pueden mantener los servicios sociales cuando merman los ingresos, como explicaron Luis Tudanca (PSOE), Pablo Fernández (Podemos) y José Sarrión (IU-Equo).
Sin embargo, los tres líderes detallaron que cada partido aplicará las peculiaridades propias de cada uno al documento ya que el «acuerdo de mínimos» coincide en revisar el tramo autonómico del IRPF y los impuestos de Actos Jurídicos Documentados o el de Patrimonio, así como eliminar las bonificaciones sobre el juego, o establecer nuevas figuras impositivas como las relacionadas con la «fiscalidad verde». Estas propuestas contemplan la posibilidad de gravar a los grandes establecimientos que necesitan de transporte automovilístico para acceder a los mismos.
En cuanto a sí el acto visualiza un bloque de izquierdas para futuros pactos electorales, los portavoces socialista y de IU afirmaron que es prematuro y que se trata de un acuerdo que permite avanzar, aunque el primero sí expresó que «va en coherencia» con el suscrito en Madrid entre el presidente del Gobierno y el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Por su parte, Fernández admitió que «es un paso para futuros acuerdos tras las elecciones».
Durante la rueda de prensa posterior al acto, Tudanca se mostró «molesto» por las críticas del PP a este pacto, sobre lo cual negó que se pretenda «crujir impuestos a la ciudadanía» y recordó que los populares «también suben impuestos», en relación con los «más de 60» tributos que se incrementaron por parte del Gobierno de Mariano Rajoy o «el céntimo sanitario» aplicado en Casilla y León entre 2012 y 2015 y que supuso, a juicio del líder socialista, una pérdida de recaudación de 600 millones de euros.
Al respecto, el portavoz de Podemos afirmó que hay que «desmontar la falacia del PP», a quien acusó de «mentir» con su aseveración de que la izquierda «fríe de impuestos», y aseguró que se trata de dejar de beneficiar, como «hasta ahora», sólo «a las clases más altas» mientras «se menoscaban los servicios públicos». Por su parte, José Sarrión alertó de la pérdida de 800 millones en crisis y destacó que si no se cuenta con más ingresos no se podrán recuperar los derechos perdidos.