El párroco encargado de la parroquia de la Inmaculada Concepción de la localidad de Valdegrulla (Soria) ha denunciado la sustracción de una treintena de piedras de sillería de las ventanas del templo, as´como las rejas de forja de las dos ventanas laterales de la iglesia y de la ventana de la sacristía, informaron fuentes de la Diócesis de Osma-Soria.
Valdegrulla se encuentra en la parte occidental de la provincia de Soria, diez kilómetros al norte de El Burgo de Osma. En 1828 contaba con 135 habitantes; en 1850, según el diccionario de Madoz, la población había descendido a 61 habitantes, y desde la década de los 70 comenzó a sufrir los efectos de la despoblación de manera progresiva pero constante hasta que, en el año 1997, la última familia que residía abandonó el pueblo.
Ante los robos en ermitas e iglesias perpetrados en las últimas semanas, que ya son cinco incluyendo el de Valdegrulla, desde la Diócesis de Osma-Soria expresó su “pesar más hondo”, con la conciencia de que “los únicos responsables de estos ataques” contra el patrimonio son los que cometen este tipo de actos delictivos.
Aunque no ocultaron su deseo por mantener restaurado y en uso todo el patrimonio religioso, reconocieron que “la realidad” es que la despoblación, por un lado, y la falta de medios económicos por otro, hacen “inviable” esta “noble aspiración”. Sin embargo, insistieron a través de un comunicado de que el año pasado, el 39,05 por ciento del presupuesto de la Diócesis fue destinado a la conservación de iglesias y ermitas, entre otros, y en el primer semestre de este año se han invertido más de 1,1 millones, el 82,8 por ciento de esta cantidad de procedencia exclusivamente eclesial.
En las últimas semanas, el patrimonio religioso en la Diócesis de Osma-Soria ha sufrido cuatro ataques. Así, en agosto se produjo un expolio en la ermita de La Mercadera donde los ladrones sustrajeron piedras de gran tamaño, la cruz de piedra de la espadaña y la sillería de la portada del templo; en segundo lugar se registró un robo en la ermita de la Virgen de Ulagares en Castilruiz donde los ladrones se llevaron algunos objetos de culto, dinero y herramientas de una empresa que trabaja en el templo; un tercero en la ermita de San Lorenzo, en Boós, donde desaparecieron dos capiteles románicos; y el cuarto, esta misma semana en la iglesia de Masegoso, donde no se sustrajeron elementos patrimoniales aunque el intento sí ocasionó daños en el templo.