La nueva Carolina

SPC
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La tricampeona mundial ha cambiado de vida en los últimos tiempos para prolongar el éxito

Más musculada y fibrosa, producto del énfasis en la preparación física que impone su entrenador, Fernando Rivas, regresa esta noche Carolina Marín de China, con su tercer título Mundial en la mochila. Disciplina y método. Son las bases del éxito de la nueva Carolina Marín, quien regresó hace meses a su habitación de la Residencia Blume para estar más concentrada en su trabajo. Carolina tiene casa propia a diez minutos de la Blume, del CAR del Consejo Superior de Deportes en Madrid. Pero ella y todo su entorno se dieron cuenta que vivir en clave de campeona, de alcanzar la excelencia, sólo se llega desde los orígenes, viviendo 24 horas dedicada al bádminton y sin tiempo para respirar en la vida civil. Nutrición, alimentación, psicólogos. Allí, a su lado, cuenta con todas sus herramientas de apoyo. No se equivocó Carolina con el traslado.

Carolina Marín es pionera en un deporte, que hasta su aparición fulgurante, era clandestino. Fernando Rivas se encargó de ponerlo en el mapa, exprimiendo el talento de una niña de Huelva, que se ha ganado la admiración del mundo entero por su tesón y determinación. España no sabía lo que era el bádminton y hoy, en 2018, exporta incluso ya raquetas 'made in Spain' al mundo entero. Francia, por cierto, es el gran cliente.