465 días después de que las llamas devorasen la harinera, y tras un arduo trabajo de reconstrucción, ha comenzado la cuenta atrás para que la fábrica esté operativa al 100%. Sus propietarios esperan que en mes y medio este a pleno rendimiento. La empresa ha invertido cerca de un millón y medio de euros en los trabajos de reconstrucción. Durante ese largo periodo uno de los retos fue mantener la producción y la calidad de los productos. Para ello, la compañía se vio obligada a elaborar sus harinas en otras instalaciones.Las facilidades del Ayuntamiento de San Esteban de Gormaz y una subvención de 150.000 € del Grupo de Acción Local "Tierras Sorianas del Cid" también han contribuido a la recuperación de una industria que mantenido su plantilla y ha sumado un nuevo puesto de trabajo.Superado el incendio, la tercera generación de esta harinera ya tiene un nuevo reto de futuro: influir en los agricultores para potenciar la agricultura ecológica en la provincia de Soria.