Las lluvias de semanas atrás han propiciado una floración de setas casi a última hora de la temporada. Esto ha atraído a los recolectores habituales y también a los incontrolados, muchos de ellos de origen extranjero. El protocolo entre agentes medioambientales y Guardia Civil se ha activado como lo demuestra los cien kilos incautados esta semana cerca de Lubia y Quintana. El sistema de detección e intervención está mejorando, según subrayan los agentes, aunque queda camino por recorrer. La colaboración ciudadana, destacan, es fundamental para combatir un problema que, visto lo visto, persiste y esta temporada, ante la falta de producción, parece que simplemente se ha aplazado.