El equipo que está llevando a cabo los trabajos de acondicionamiento de la iglesia de San Pablo de Valladolid ha descubierto unas valiosas pinturas que estaban ocultas en el interior del templo y que pertenecen a la Alta Edad Media. El arquitecto de esta obra, Eduardo González Fraile, explicó que este descubrimiento ha resultado “una sorpresa” que permite conocer “un pasado impresionante”, y aunque no ocultó el valor de la obra, insistió en la necesidad de analizar bien las pinturas para determinar su época exacta, aunque podrían pertenecer al siglo XIV.

González Fraile explicó que los monumentos de Castilla y León son “como ancianitos” porque tienen “muchos achaques” y tienen elementos que han quedado “ocultos”. El equipo trabajaba en el rescate de la luminosidad del ábside de San Pablo, que tiene unos 28 metros de altura, donde se desconocía la existencia de estas pinturas “de una etapa de transición”, presumiblemente cuando se trajo a la iglesia un retablo para colocar en la parte inferior hasta la base de las vidrieras. “Esas vidrieras hubieran deslumbrado la visión del retablo y habría sido imposible ver la plástica de la escultura”, de ahí que se dejó a un lado la escultura y se optó por las pinturas, que hasta ahora permanecían ocultas.