Mientras la primera ministra, Theresa May, negocia con la UE una salida tranquila del Reino Unido del bloque comunitario que cada día se complica más, miles de personas tomaron ayer  las calles del centro de Londres para reclamar al Gobierno un nuevo referéndum.

Los organizadores de la protesta, la campaña People’s Vote, cifraron la participación en unas 670.000 personas, cuando se esperaban alrededor de 100.000 asistentes.

La Policía Metropolitana de Londres rehusó ofrecer una estimación del número de participantes, aunque de ser así, se convertiría en la mayor movilización de oposición al Brexit hasta ahora. 

El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, se sumó a la manifestación, y alegó que una nueva consulta no debe limitarse a respaldar el acuerdo al que se pueda llegar con Bruselas, sino que debe permitir pronunciarse en contra de romper con la UE. «Algunas de las promesas que se hicieron hace dos años no se han materializado», afirmó.