La 'Grande Boucle' sube a las nubes

SPC
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El maillot amarillo se decidirá en la montaña, con cinco finales en alto, y apenas dos etapas contrarreloj

El Tour de Francia de 2019, que se disputará del 6 al 28 de julio, homenajeará tanto al mítico exciclista belga Eddy Merckx con su salida desde Bruselas como al centenario del simbólico maillot amarillo; y tendrá un elevado perfil montañoso, con 30 ascensiones de segunda categoría o mayor y mucho desnivel, que prometen emoción hasta el final, según se anunció ayer en la presentación en París, que discurrió bajo la atenta mirada de pentacampeones como el propio Merckx, el español Miguel Indurain y el francés Bernard Hinault.

Los organizadores apuestan claramente por mirar hacia arriba para la ‘Grande Boucle’, que partirá de Bélgica el 6 de julio, como recuerdo al ‘Caníbal’, y que terminará en los Campos Elíseos el 28 del mismo mes, después de que el pelotón tenga que enfrentarse a siete etapas de alta montaña, con cinco finales en alto, incluido el mítico Tourmalet. Sus 2.115 metros de altitud, que el pelotón tendrá que escalar el 20 de julio, le convierten en la única cima por encima de esa cifra en los Pirineos, pero no será más que un aviso de lo que les espera a los ciclistas en la última semana en los Alpes.

Nunca antes la ronda gala  había situado tres finales por encima de los ‘dosmiles’, que superarán en total en seis ocasiones, tres en una misma jornada (Vars, Izoard y Galibier), algo que solo había ocurrido una vez en la Historia, en 2011.

La última dificultad para los participantes será en Val Thorens, un día antes del desfile triunfal por los Campos Elíseos, una subida tendida de 33 kilómetros que, con casi 3.500 kilómetros en las piernas, puede dinamitar la carrera.

De hecho, eso es lo que quieren los organizadores, que cuentan con que la altura gane la partida a la táctica, pese a que están resignados a que el Sky, que ha ganado seis de las siete últimas ediciones (cuatro con Chris Froome, una con Bradley Wiggins y la pasada con Geraint Thomas), vuelva a partir como favorito. Y eso que aún se desconoce si el último vencedor acudirá a defender su ‘corona’: «Todavía no conozco mi programa, en dos semanas hablaré con mi equipo. Tengo que volver a subirme en la bicicleta antes de decidir», señaló el británico, que podría centrar su temporada en el Giro, dejando a Froome como ‘jefe de filas’ en el Tour, que buscará su quinto maillot amarillo, aunque ayer puso como gran favorito para la victoria final al colombiano Nairo Quintana (Movistar), por su condición de escalador.

La montaña acechará a cada esquina, frente a la contrarreloj, relegada a una por equipos de 27 kilómetros, que tendrá lugar la segunda jornada por las calles de Bruselas, y a otra individual de la misma distancia en Pau el 19 de julio.