María Victoria Cid regenta la administración de lotería de Almazán que puso en marcha su bisabuelo Pascual (nombre muy adnamantino) Cid del Molino hace 105 años, por lo que podría ser la más antigua de la provincia de Soria. Hace poco han encontrado los documentos que acreditan que se solicitó la apertura en noviembre de 1913 y que se aprobó el cinco de diciembre de ese mismo año. «Hemos tenido la suerte de encontrar la licencia auténtica, entre los muchos papeles que se guardan en la administración», se enorgullece la lotera, quien recuerda que el centenario se conmemoró en 2014 –ya que en 1914 comenzó a funcionar el establecimiento- con una exposición titulada La cultura a través de los décimos que recibió cientos de visitas en la villa adnamantina. 

«De mi bisabuelo Pascual pasó a mi abuelo Felipe Cid, a mi abuela María Gil, a mi padre Santiago Cid y yo cogí el testigo en 2002, recogiendo los frutos de todo el trabajo realizado por todos ellos. Es un honor y un privilegio», comenta María Victoria. «Recuerdo cuando era un cominillo estar en la administración y ayudar en lo que se podía, como la venta de décimos», añade. En todos estos tiempos ha cambiado todo mucho, «porque los décimos antes se cortaban a tijera y eran más grandes y ahora están troquelados; además de la forma de pago, claro, porque ahora hay terminales y antes había que mirar uno a uno los números. También en las primitivas, que se validaban con sello y se daba el resguardo con la mitad del mismo al cliente. La tecnología avanza, aunque a veces es complicado y da fallos y hay que recurrir a lo antiguo».

Es una administración con solera, ubicada en la plaza Mayor (en el año 2000 pasó del cinco al siete, a un local más grande) y frecuentada por muchos compradores, tanto abonados como vecinos y visitantes. «Tenemos abonados a un número desde hace más de 70 años, hay uno que ya en 1950 lo cogió el abuelo de la familia y recibió un buen premio, y después lo han jugado sus hijos y sus nietos», añade la lotera. Hay documentación de algunos premios en el siglo XX, como el posterior al Gordo de la Navidad de 1968, el 20.427. Lo que ella destaca de toda esta trayectoria es «poder conocer a mis antepasados a través de los clientes, ya que muchos le recuerdan lo que su abuela les decía…».

el gordo de 2006. Pero la administración puede presumir de ser la única de la provincia de haber vendido un premio Gordo en el Sorteo de Navidad, fue en 2006 y se repartieron 1.250 décimos con premio y 375 millones de euros. Fue el 20.297 y curiosamente se repitió la terminación… Además, en verano de 2007 se vendió el segundo premio de la Lotería Nacional y en Navidad de 2011 coincidieron el tercero y el quinto premio, «algo raro, pero que sucede», aunque solo habían vendido una serie de cada uno. Y este año en septiembre en el sorteo de los jueves se vendió el posterior al premio gordo.

La mayor parte de las ventas es por ventanilla, mientras que por Internet es casi testimonial. «Hay muchas personas que llaman para localizar un número y le enviamos los décimos, pero insisten en que sea mío, de la administración», detalla. Apunta, además, que llegan personas de otras provincias a comprar allí ex profeso, mientras que otros son turistas que están de paso por Almazán. «Desde 2006 hemos aumentado las ventas y, además, lo importante es seguir dando premios y poder gratificar a los clientes por su fidelidad», subraya María Victoria, quien recuerda que con el dinero que se ganó en la zona hace 12 años «se han hecho muchas cosas buenas, como poner calefacción en la casa de los padres, pagar el tratamiento de alguna enfermedad, pagar estudios a gente que no podía, montar negocios y, en definitiva, invertir en la zona».