Moreno arranca una nueva era

SPC
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El líder conservador se convierte en el primer presidente no socialista de la Historia de la región y promete beligerancia activa frente a quienes quieren «trocear» el país y dividir a los españoles

El líder del PP-A, Juanma Moreno, juró ayer el cargo como presidente de la Junta de Andalucía para la XI Legislatura, en un acto multitudinario en el que estuvo arropado por su familia, así como por el actual líder del PP, Pablo Casado, y su antecesor en el cargo y exjefe del Ejecutivo nacional, Mariano Rajoy. 

El Parlamento acogió el acto de toma de posesión del barcelonés como número uno del Gobierno regional, que lo hizo a las 12,20 horas ante la presencia de unos 1.000 invitados, entre los que estaban la presidenta saliente y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, además de los otrora jefes autonómicos, Manuel Chaves y José Rodríguez de la Borbolla. Se echó en falta al mentor de Díaz y expresidente, José Antonio Griñán.

El popular juró ante el Estatuto de Autonomía y la Constitución Española después de que el pasado miércoles fuera investido ante el Pleno gracias a los votos de los 26 diputados del PP-A, los 21 de Ciudadanos y los 12 de Vox. 

También asistieron a la toma de posesión de Moreno, que se convierte en el primer presidente no socialista de la Historia de la autonomía andaluza, la que fuera vicepresidenta del Gobierno de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, por quien el andaluz apostó durante las primarias del PP, y que, a su vez, aterrizó en la Comunidad para hacerse con las riendas del partido gracias la vallisoletana.  

Igualmente, acompañaron al político conservador los máximos responsables de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y los Gabinetes de Madrid y Murcia, Ángel Garrido, Fernando López Miras, respectivamente. La ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, acudió en nombre del Ejecutivo central.

En su discurso, a ratos emotivo pues recordó a su padre, el dirigente conservador prometió «beligerancia activa» desde Andalucía «frente a quienes quieren romper España y dividir a la sociedad», garantizando que la Comunidad «nunca estará ausente del debate sobre España». Algunos interpretaron este gesto como un guiño a Vox.

por el diálogo. También reivindicó el «enorme poder» de la autonomía, por lo que aseguró que no será una región «sumisa y silenciosa», para luego garantizar que no habrá ningún sueño colectivo que no se pueda conseguir «con la fuerza de la unidad». Así, trabajará por una Andalucía «que dialoga, que se expresa y que confía en el poder del entendimiento», que «nunca estará ausente del debate sobre España» y que tendrá «lealtad» al Gobierno central más allá de intereses partidistas. De este modo, se comprometió a gobernar «de Andalucía para Andalucía» porque él no se debe «a ningún otro interés económico, político o personal».

Según prometió Moreno, mantendrá una «beligerancia activa» con quienes quieren «trocear» el país y «dividir a los españoles», en referencia a los independentistas catalanes.