El Ayuntamiento de Soria emitió la primera tarjeta ciudadana en abril de 2011. Siete años después, cerca de 33.000 personas la tienen. A juicio del concejal de Modernización de la Administración del Consistorio capitalino, Ángel Hernández, este dato es un «éxito» ya que evidencia que la tarjeta se ha convertido en este tiempo en una «herramienta importante» y un «elemento de ciudad» para acercar los servicios e instalaciones municipales al ciudadano.
La población soriana se ha adaptado a la «tarjeta inteligente multiservicio» que el Consistorio presentó en 2011 y, según los datos facilitados por el Ayuntamiento, hasta mediados de octubre se habían emitido exactamente 32.717 tarjetas, de las que cerca de 23.000 se corresponden a ciudadanos empadronados en Soria y el resto a personas empadronadas en otros municipios de la provincia e, incluso, en otras provincias. Cabe recordar que la tarjeta no es exclusiva para empadronados, lo que justifica que casi tres de cada diez tarjetas emitidas sean a ciudadanos de fuera.
De acuerdo a estos datos, y teniendo en cuenta que la capital tenía 38.881 censados según el último padrón municipal publicado por el INE (correspondiente a 2017), prácticamente el 60% de los empadronados de la ciudad cuentan ya con tarjeta ciudadana. A juicio del concejal responsable, es un porcentaje «importante» y no se espera que pueda aumentar ya mucho más. Porque «nunca se ha pretendido llegar al cien por cien de la población y hay cierta parte de la población que realmente no la necesita» pero, también, porque la tarjeta permite ya el acceso a instalaciones y campañas deportivas, al transporte urbano, a la red wifi, a labiblioteca digital... y no se espera que pueda sumar nuevos servicios y, por tanto, nuevos perfiles de usuarios.
nuevos servicios. «En principio no tenemos intención de ampliar servicios para el uso de la tarjeta ciudadana», admite el concejal de modernización. No obstante, matiza: «Es un elemento que tenemos bien asentado y siempre que se introduce una novedad en los servicios pensamos en la tarjeta ciudadana como una herramienta para poder acceder». Y pone un ejemplo, «si mañana se implantara un sistama de abono en la campaña cultural y se pudiera usar la tarjeta ciudadana, no se descarta nada». A pesar de ello, admite, la evolución social y de las nuevas tecnologías van abriendo también otros caminos y algunos servicios que en un principio se pensaron para vincular a la tarjeta ciudadana, como el pago del aparcamiento (zona azul), se hacen a través del móvil.