Las principales amenazas para la seguridad de nuestro mayores suelen estas relacionadas por engaños o timos y pequeños hurtos realizados tanto en las calles como en sus domicilios; aprovechando que la mayoría de estas víctimas son de edad avanzada, más confiadas y más vulnerables a este tipo de hechos .
Se quiere incidir especialmente en dos actividades delictivas. En primer lugar, el tristemente famoso "hurto amoroso" donde varias personas se acercan a nuestro mayores en actitud cariñosa y tras alguna "bonita palabra" y gestos de cariño aprovechan para sustraerles anillos, collares o relojes que llevan puestos. En segundo lugar, hay que prevenir las sustracciones realizadas por personas que se hacen pasar por técnicos de diversos servicios como telefonía, luz o gas y por personal de alguna administración pública, que con la excusa de realizarles alguna inspección en su domicilio aprovechan para sustraer dinero, joyas o cualquier objeto de valor.