Arte 64, espacio en construcción

A.P.Latorre
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Este nuevo movimiento cultural de seis artistas de varias disciplinas quiere poner en marcha una galería de trabajo, exposición y reunión

Un nuevo movimiento artístico irrumpe en Soria y lo hace con su propio espacio, en la avenida de Valladolid, número 64, de ahí el nombre del lugar y la asociación que lo promueve: Arte 64. Todavía está en ciernes pero el proyecto de este grupo de artistas promete como referente cultural de la ciudad, un espacio en el que tiene cabida cualquier modalidad artística (pintura, escultura, fotografía, literatura...) y con un espíritu parecido a lo que fue el Taller 14, vinculado a la SAAS. El pintor Julián Ratatine (toma este original apellido porque es una palabra que usaba Picasso) comenta que las instalaciones albergaron en un primer momento las oficinas de una empresa y después el taller (arte, pintura, escultura, vidrio...) de Javier Sanz Barrera, quien falleció en 2016. Al quedarse sin uso, surgió la oportunidad de alquilarlo y se decidió con el compromiso con los propietarios de mantenerlo como un taller de arte. «Lo ceden de una manera casi altruista para promocionar el arte», recalca. Así, Ratatine comenzó a buscar gente para formar parte de la asociación que estaba surgiendo y que se denominó Arte 64. El grupo quedó conformado hace unos meses por los pintores profesionales Julián Ratatine y César Antón, el pintor amateur César Pérez, la restauradora Cristina Aza, el artesano Aitor Ruiz (trabaja con palés) y el luthier  Nacho Morán. Pero está abierto a todo artista que quiera formar parte de este movimiento recién nacido y con ganas de dar guerra. Entre todos ellos, pagan el alquiler del local y si surge algún gasto, igualmente, lo comparten. La idea es poder impulsar la actividad artística y, a la vez, poder vivir de las obras que realizan.

el proyecto. En el verano estuvieron «más dispersos» pero ahora están comenzando a retomar la actividad casi diaria en un taller con constante movimiento. «Tenemos cada uno nuestro espacio de trabajo, hay una zona de exposición y una sala central que queremos destinar a charlas y encuentros. Este tipo de espacios están resurgiendo ahora, por ejemplo en lugares como Carabanchel», explica Ratatine. Añade que «la idea es reunir a colaboradores, traer a gente a Soria para que vean que hay un movimiento cultural importante, de pintores, escultores, gente que escribe... Serían intercambios con otras asociaciones culturales para hablar sobre las distintas experiencias».

El principal obstáculo para sacar adelante un proyecto cultural de estas características es la financiación, por lo que el colectivo tiene planeado solicitar subvenciones a las distintas administraciones, como el Ayuntamiento de Soria, para impulsar tanto el local como las actividades que se puedan realizar en el mismo. «Hay que darse cuenta que los artistas vendemos poco y es complicado salir adelante y levantar esta espacio», apunta Ratatine. El grupo ya cuenta con una página web (www.arte64.com, para información y venta) que explica la actividad de cada uno de los participantes en el proyecto artístico, hasta el momento, ya que están abiertos a nuevas incorporaciones. Eso sí, estarían limitados por el espacio, pero la organización sería una de las cuestiones principales para poder ajustar los horarios y espacios de cada creador.Estos días incluso hay artistas (el luthier) que aprovechan la noche, bien por tener más tiempo libre o por ser el momento más inspirador.

potencial humano. Según reconoce César Antón, «tenemos potencial humano y ahora quedaría la financiación, que es el caballo de batalla en el mundo del arte. La idea es que este espacio pueda acoger eventos culturales, por lo que tenemos que adecuar el espacio». Él ha expuesto su obra de pintura y cómic en varios lugares, como Madrid y La Rioja. Entre otros proyectos, es el autor del dinosaurio de Fuentes de Magaña, el de mayores dimensiones del mundo, que realizó junto a Dimensión y Forma; y ha firmado la decoración en pared y «una locura tirando a canalla» de la casa rural temática Anahuaska. También ha realizado, dentro del Simposio Internacional de Escultura de Soria, una actuación en un árbol junto al Duero que llama la atención al pasar junto al puente de piedra. Ahora prepara una colección de arte abstracto para exponer en el Colegio de Arquitectos de Soria. El artista siempre ha hecho figurativo, pero en estos momentos trabaja en «texturas y otro tipo de intención».

Por su parte, el pintor Julián Ratatine hace «en acrílico y óleo un poco de todo: impresionismo, abstracto, figuración... Dependiendo del estado de ánimo». Junto a César acaban de exponer en Madrid en la Galería de Arte Ángeles Penche (calle del Monte  Ezquina), una de las más populares de la capital. Ratatine llevó una selección de mezcla de abstracción y figuración y Antón retratos de boxeadores en gran formato. En estos momentos, Julián expone en el Espacio Lavadero de San Andrés de Soria la muestra Paisajes urbanos. Skyline, con un toque abstracto y colorido sobre los grandes edificios de las ciudades. Igualmente, ha colaborado con la Semana de la Memoria Histórica, en una exposición colectiva en el Centro Cultural Palacio de la Audiencia. 

Ahora asegura estar en stand by, «un poco más de relax» tras un periodo productivo, pero pensando ya en continuar la serie de las Meninas, que tiene mucho éxito, sobre todo en Madrid, y continuar con sus paisajes urbanos. Todo ello mientras trabaja en el espacio Arte 64 y prepara una exposición en Barcelona. 

un taller con vida. César Antón nos recibe en las instalaciones, en las que se respira arte y se contemplan obras desde la misma puerta. Desde el hall de entrada, en la parte derecha se ubicaría el espacio que ellos quieren destinar a exposición, aunque en realidad matizan que cualquier espacio o pared libre serviría para mostrar sus obras. Ahora están allí los cuadros que han recogido de la exposición de Madrid. En la parte izquierda se ubica el taller de la restauradora profesional y del artesano que trabaja con palés a cualquier formato y de cualquier temática. Hay materiales y obras en proceso, huele a creación e inspiración.

Subiendo las escaleras (junto a ellas también hay pinturas colgadas), encontramos en la planta superior una sala central que cuando esté arreglada podría acoger encuentros, proyecciones, talleres, clases, grabaciones de tutoriales... Allí está también el taller del luthier Nacho Morán Herrero, un artesano que ha llegado de Palencia y que lo sabe todo sobre la elaboración artesanal y el mantenimiento de las guitarras. Allí vemos trozos de madera que toman forma de instrumento. «Es muy cuidadoso en su trabajo y planea hacer vídeos de mantenimiento de guitarras y jam sessions», comenta César Antón.

En el otro lado, se encuentra la sala de pintura, con un espacio para cada uno de los tres pintores de la asociación, con su característico caos creativo que llama la atención. Paletas, pintura, trapos, manchas de pruebas... En el espacio de César Antón se puede contemplar una obra abstracta en proceso y cuadros de boxeadores, en el de Ratatine una versión surrealista de Las Meninas de Velázquez y en el de César Pérez pinturas de cantantes, como Amy Winehouse. Además, en las instalaciones hay una oficina en la que Antón trabaja en infografía y en sus dos proyectos de cómic, que quiere sacar adelante a través de crowdfounding, «aunque es muy difícil».

«Es un lugar ideal para dar clases en grupos, de serigrafía, volumen... Tiene mucha potencialidad y está cogiendo cuerpo, pero también mucho trabajo a nivel organizativo», asegura el pintor insistiendo en que el espacio se pueda convertir en una galería. «En Soria hay una buena promoción para la ciudad que es, pero nunca está de más que se siga trabajando en ello», concluye.