El Supremo da la razón a Vinuesa en el caso Cabezas

Nuria Zaragoza
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Aún quedan dos procedimientos con Alcarama Proyectos Inmobiliarios, la firma que compró la finca. No obstante «esto desmorona la pirámide de su defensa»

El Supremo da la razón a Vinuesa en el caso Cabezas

Tras más de dos años de litigios con la mercantil Alcarama Proyectos Inmobiliarios SL por la propiedad de la finca denominada Cabezas (integrada por las fincas 1.318 y 2.672 de Vinuesa), la alcaldesa de Vinuesa, Asunción Medrano, se muestra optimista y confía en que el asunto se pueda desbloquear en breve, una vez que el Tribunal Supremo ha avalado que el Consistorio actuó «conforme a derecho» y se «desmorona de algún modo toda la pirámide sobre la que la empresa apuntaló su defensa». 

Las declaraciones de Medrano llegan tras conocer esta misma semana que el Tribunal Supremo ha «desestimado el recurso de casación que presentó la empresa» y, por tanto, es firme la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (de 23 de febrero de 2018) que daba la razón al Consistorio visontino y reconocía el derecho de retracto del Ayuntamiento de Vinuesa sobre las dos fincas forestales en litigio. 

El asunto, cabe recordar, encuentra su origen en septiembre de 2015, cuando Alcarama Proyectos Inmobiliarios adquirió por 735.000 euros a Finca Cabezas SL el terreno del mismo nombre, con una extensión de 341 hectáreas, según especifica la alcaldesa. Esta finca es «colindante por norte, este y oeste» con varios terrenos propiedad del Ayuntamiento de Vinuesa por lo que, según la Ley de Montes, el Consistorio tiene derecho de adquisición preferente. Eso implica que la vendedora debería haber notificado al Ayuntamiento los datos de la operación antes de proceder a la misma. Sin embargo, este requisito no se dio, por el que en septiembre de 2016 el Ayuntamiento en Pleno (por unanimidad de sus siete concejales) decidió ejercitar el derecho de retracto por colindancia [aquel que ostenta una persona para quedarse, por el mismo precio, con el bien o la cosa que se ha vendido a otro]. 

En enero de 2017, el Ayuntamiento visontino presentó la correspondiente «demanda en ejercicio de la acción de retracto» ante el Juzgado de Soria. Pero la empresa, al no estar de acuerdo con esta decisión, interpuso un recurso contencioso-administrativo. El Juzgado soriano lo estimó y declaró nulo el acuerdo del Pleno, dejando sin efecto el derecho de retracto ejecutado. El Consistorio de Vinuesa recurrió entonces ante el TSJ, que admitió su recurso y le dio la razón, tumbando el fallo del Juzgado de Soria (que había anulado el acuerdo plenario). La empresa recurrió la sentencia del TSJal Supremo, que esta semana se ha pronunciado y «no admite a trámite» ese recurso, apunta Medrano, quien se muestra optimista pero prudente. Porque «es un paso importante», pero no el definitivo. 

Recuerda así que aún quedan dos asuntos pendientes en los tribunales, puesto que la empresa también ha recurrido el presupuesto de Vinuesa de 2017, así como la concertación de la operación de crédito con Caja Rural de Soria para la adquisición de la finca. También aquí han llegado «buenas noticias» esta semana para el Ayuntamiento: «En ese segundo contencioso, sobre la aprobación del presupuesto en el que se recoge el gasto como inversión para la adquisición de la finca, la otra parte pidió un informe al Tribunal de Cuentas. Esta semana nos ha llegado el informe y el Tribunal establece que el presupuesto está nivelado y ajustado», explica la regidora, quien recuerda que la vista de ese procedimiento tendrá lugar el próximo 31 de enero y «esperamos que sea a nuestro favor, dado este informe del Tribunal». 

Ante estos datos, Medrano confía en que el procedimiento civil (por el ejercicio de retracto por colindancia) pueda llegar pronto a su fin y se pueda dar por concluido «un procedimiento que hubiera sido innecesario, porque ellos saben que tenemos el derecho que nos asiste por ley». 

Medrano defiende que desde el principio todo el equipo municipal (incluida la oposición ) ha tenido claro que «Cabezas debía ser municipal» y justifica el interés en la finca en su ubicación estratégica -ya que está en el centro de otras propiedades municipales-, así como en el potencial turístico y económico del terreno. «No la queremos comprar porque sí, no es un capricho. Incrementamos el patrimonio municipal y ahí se queda para todos los vecinos. Pero, a parte de eso, se prevé poner en uso la finca y generar unos ingresos y un empleo sobre esos recursos que allí existen. El esfuerzo que va a hacer el Ayuntamiento se va a recuperar porque pretendemos hacer una unidad de gestión de la finca y de toda la zona, y que genere empleo. La valoración nos da la razón», sentencia.