Presupuestos. Una batalla casi perdida

Leticia Ortiz (SPC)
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Sánchez sabe que su proyecto tiene casi imposible recibir el visto bueno del Congreso por el 'no' de los independentistas y ya busca vías para seguir gobernando sin sus Cuentas

Cuando Pedro Sánchez era solo el líder del PSOE, y no el presidente del Gobierno, siguiendo la diferenciación que el pasado viernes hizo la número dos del Gobierno, Carmen Calvo, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, arremetió con dureza contra los Presupuestos Generales de 2018 -a su juicio, el PP buscaba con ellos «consolidar un Estado low cost»-, al tiempo que exigía al por entonces líder del Ejecutivo, Mariano Rajoy, someterse a una cuestión de confianza en caso de que el Congreso tumbase su proyecto, algo factible en ese momento porque los populares no lograban el apoyo de otros grupos parlamentarios.

Apenas unos meses después, la hemeroteca persigue al dirigente socialista porque la situación ha dado un giro de 180 grados. Ahora es él quien busca la aprobación de sus Cuentas desde la Moncloa y, a pesar de su optimismo, podría verse empujado a gobernar con los Presupuestos del PP, que serían prorrogados de manera automáticas si las Cortes no dan luz verde al proyecto actual. Un escenario casi impensable cuando el Gabinete popular negociaba las Cuentas de 2018. 

Una vez que Ciudadanos desencalló la semana pasada la tramitación de los Presupuestos, el siguiente examen para el Ejecutivo llegará en el Congreso. Aunque aún no lo han anunciado de manera oficial, PP y Ciudadanos presentarán enmiendas a las totalidad. Si son aceptadas, el Gobierno deberá retirar su plan económico y comenzar de nuevo todo el proceso.