«La cuenca del Duero es la única con obras de regulación»

P. Velasco
-

Entrevista con el presidente de la Federación de Regantes del Duero (Ferduero)

Eloy Bailez Lobato, presidente de Ferduero.

Eloy Bailez Lobato lleva más de treinta años vinculado a los regantes de Castilla y León, bien desde el Canal del Páramo Alto en León o con diferentes grupos de trabajo de la Federación de Regantes del Duero (Ferduero). Fruto de esta función ha participado en numerosas reuniones con representantes de las diferentes administraciones públicas relacionadas con la gestión del agua y la agricultura, tanto a nivel provincial como autonómico y nacional. Una experiencia para asumir una nueva etapa como presidente de Ferduero en una época de escasez de agua.

Ha recogido el legado de Ángel González Quintanilla tras más de 15 años al frente de Ferduero. ¿Le ha dejado el listón muy alto?

Muy alto, porque yo creo que tenemos que hacer una labor importante de consolidación en Ferduero y hay que luchar por el regadío de todas las provincias integradas dentro de Castilla y León, que prácticamente es la Comunidad por donde discurre la mayor parte de la cuenca del Duero. La verdad es que Ángel Quintanilla ha hecho un trabajo excepcional y nos ha dejado un legado importante que tenemos que cuidar y que tenemos que velar para ver cómo vamos impulsando poco a poco.

Tras la decisión de Ángel Quintanilla de dejar su cargo, fue el único candidato que se presentó para presidir Ferduero. ¿Qué le llevo a tomar esta decisión?

Fue una decisión complicada porque es mucho trabajo y esperemos que consiga desarrollar todo lo que quiero. Todo el mundo, todas las comunidades de regantes integradas en Ferduero, se deben sentir cómodas que es lo más importante para que funcione como un reloj, que es lo que vamos buscando todos.

¿Cuáles son los principales problemas que afrontan los regantes en la actualidad?

Vamos a hacer una ronda por cada una de las provincias y comunidades integradas y, sin perjuicio de todos los problemas que nos trasladen, yo creo que tenemos que seguir con la modernización de los regadíos, porque es un trabajo importantísimo que tenemos que hacer, y luego hay que ver cómo hacemos más fluidas las comunicaciones tanto con la CHD, que al fin y al cabo es el interlocutor más inmediato, y con el Ministerio. Todas esas relaciones deben ser muy fluidas y trabajar para potenciar el regadío y solucionar los problemas más inminentes que tenemos encima de la mesa.

La escasez de agua es más que evidente y acabamos de salvar una campaña que se planteaba muy mala, pero ha sido mejor de lo que se preveía…

Mejor no. A mi me preocupa mucho la obra de un embalse que se va a hacer en Palencia, en el Bajo Duero, y que afecta a varias comunidades de regantes, por lo que llevamos dos años ya con unas dotaciones de 3.000 m³ por hectárea, que son muy pequeñas. No puede haber un tercer año porque agravaría muchísimo la situación de los regantes de esa zona. Hay que trabajar con la CHD, ver un posible calendario para hacer la obra que quieren sin perjuicio de que cuando lleguen las lluvias, no dejemos escapar al agua. Los temas de regulación son muy complejos y habrá que llegar a acuerdos y hacer un calendario de trabajo que todos veamos razonable y, a partir de ahí, trabajar con esos calendarios. El trabajo es mucho, la cuenca del Duero está muy poco regulada si la comparamos con otras como la del Ebro, estamos hablando de un 35% frente al 85%, y nos queda muchísimo trabajo por hacer. Tenemos las Cuezas que no acaban de despegar, tenemos ahí La Rial y Los Morales que todavía estamos discutiendo a ver qué alternativa es la mejor. Todo eso hay que impulsarlo.

Su antecesor en el cargo exigía balsas de almacenamiento para no perder todo ese agua del que disponemos ahora con las lluvias, ¿ se mantiene en esta postura?

Ya tenemos parte del camino andado. Ahora mismo la cuenca del Duero es la única donde se prevén obras de regulación. Y eso ya es algo, por lo menos ya vemos un pequeño horizonte, pero no podemos conformarnos con eso y hay que materializarlo en obra. Tendremos que empezar a trabajar y a decir claramente que si no hay regulación, no hay riego. Y no solo no hay riego, sino que tampoco hay agua de boca.

¿Están concienciados los regantes con el cambio climático?

Cuando nos tocan al bolsillo nos concienciamos inmediatamente. A los del Pisuerga-Bajo Duero no les ha quedado más remedio que concienciarse. No hemos salvado la campaña, tenemos la dotación que tenemos y nos hemos adaptado. Nos resignamos porque como no tenemos más agua intentamos salvar la economía familiar. El cambio climático es evidente, es algo que tenemos que trabajar con ello y a lo cual nos tenemos que adaptar.

¿Esto está condicionando mucho lo que se siembra en Castilla y León?

Pues sí, está condicionando tanto los cultivos como la superficie que se siembra en sí misma. Hay agricultores que optan por decir: yo trabajo 100 hectáreas, me dan esta dotación pues siembro 80, o siembro las 100 pero con un cultivo que aguante más la sequía.

Las lluvias han dado un alivio a los embalses y ahora mismo ya se encuentran mejor que la media de los últimos diez años...

Sí, ahora mismo la practica totalidad de la cuenca está en torno a esas medias. Quedaron muy vacíos y ahora estamos acercándonos mucho, como bien apuntas, a la media de los últimos 10 años, con lo cual es bueno. Pero si como consecuencia del cambio climático anuncian una subida de las temperaturas pues entonces las lluvias se frenan. Esperemos que la montaña esté empapada y sigamos en esa tónica, y por fin tengamos una buena campaña en cuanto a la cuenca del Duero.

¿Debería haber más ayudas?

Yo creo que el agricultor ya no está pensando en ayudas, está pensando en trabajo. El agricultor lo que quiere es producir, es un profesional y al final, aunque si viene un momento determinado habrá que dar ayudas y facilitar el acceso a las mismas.