Nuestro Collado, en otros tiempos Paseo de Canalejas y después General Mola, siempre fue y seguirá siendo sede perenne, centro neurálgico y arteria principal donde se desarrolla la vida cotidiana de quienes lo transitan, donde se aglutina el tejido comercial y la actividad ciudadana, el que toma el pulso diario y el renacer generacional en la tierra donde el sol abre los ojos cada mañana.
En los números 53 y 55 de la vía a la que hago referencia, existió un comercio emblemático. Allí se ubicaba el taller de sastrería de 'Los grandes almacenes' de Evaristo Redondo Iglesias, que ofrecía «un extensísimo surtido en sus diferentes secciones, entre ellas la de sastrería y alta costura (caballero y señora) y camisería a medida». Era éste, sin duda, uno de los establecimientos más reputados e importantes de aquella Soria del primer cuarto del siglo XX.
Para conocer bien los orígenes o la génesis de este comercio hay que remontarse al año 1910, aunque es muy posible que antes de esta fecha ya exista algún registro. Y es que con fecha 28 de mayo de 1910, el Noticiero de Soria recoge una interesante nota de prensa donde se dice que se encuentra gravemente enfermo el propietario soriano don Luis Marín, padre de don Guillermo Marín Ridruejo y padre político de don Evaristo Redondo Iglesias. Ambos forman la razón social de Marín, Ridruejo y Redondo con el comercio tan conocido y acreditado de esta capital.
Los grandes almacenes de Evaristo RedondoRecordar que por aquellas fechas Evaristo Redondo ya había contraído matrimonio con doña Isidora Marín Ridruejo, hija de Luis Marín.
Algunos años más tarde, en concreto el 21 de febrero de 1922, el Noticiero de Soria comenta: «Hoy hemos visto abierta de nuevo la casa comercial de los Señores Marín y Ridruejo en Soria, la cual ha quedado ya bajo la razón social de don Evaristo Redondo el cual nos manifiesta que está como siempre gratamente a la disposición de su numerosa clientela. Arranca por tanto la única titularidad del comercio a nombre solo de Evaristo Redondo a partir de este año 1922. Cuenta don Evaristo con Mariano Jiménez, apoderado de la casa Redondo y hombre de confianza».
En agosto de 1933, aparece en la prensa local, en concreto en la revista Numancia médica un nuevo anuncio donde ahora el establecimiento se pasa a llamar 'Evaristo Redondo y sobrinos'. Desconozco cuanto tiempo tarda en disolverse esta sociedad, lo cierto es que las siguientes dos décadas conforman años de bonanza y de esparcimiento de este gran comercio, antigua Casa Ridruejo.
Los grandes almacenes de Evaristo RedondoLos grandes almacenes acreditan en Soria un inmenso surtido de las diversas secciones de Tejidos, Novedades, Paquetería, Mercería, Confecciones, Bisutería, Perfumería, Objetos para regalo, Ferretería, Hierros, Loza y cristal, Muebles de lujo y económicos, Camas de hierro y de madera, Lampistería, Material eléctrico, Artículos de Caza y Pesca, Cartuchos y Explosivos.
Mención aparte merece la Sastrería, ubicada en la segunda planta del establecimiento y distinguida por su moderno estilo y esmerada confección. Ofrece trajes elegantes a medida desde 60 pesetas y dispone, además, de cortadores especializados en trajes para señora, caballero y niño, talares y toda clase de uniformes escolares.
Y, siguiendo un orden estrictamente cronológico, es necesario señalar la fecha de 15 de junio de 1948, cuando se produce el fallecimiento de Evaristo Redondo a la edad de 73 años. Así reza la esquela a la que he podido tener acceso: «El Señor don Evaristo Redondo Iglesias Del Comercio, presidente de la Cámara de la Propiedad Urbana y vicepresidente de la de Comercio e Industria, falleció en esta ciudad el día 15 de junio de 1948 a los 73 años de edad, habiendo recibido los Santos Sacramentos y la Bendición Apostólica. Su apenada esposa doña Isidora Marín Ridruejo, hijos Purificación, Presentación, Natividad y Félix, hijos políticos José María Montejo, Antonio de Marco y Carmen Iglesias, hermanas políticas, sobrinos, primos y demás familia, ruegan a usted lo tenga presente en sus oraciones».
Los grandes almacenes de Evaristo RedondoSolo añadir como nota anecdótica que Félix, uno de los cuatro hijos del matrimonio, fallece muy joven en combate de aviación durante el periodo de la Guerra Civil. Pasa a partir de esa fecha el comercio a registrarse como Viuda de Evaristo Redondo.
Los años 50, 60 y buena parte de los 70 son los tiempos de gran esplendor de los grandes almacenes. Escaparates espectaculares en pleno Collado llenos de glamour, empaque y elegancia, cautivan las miradas de muchos sorianos, quedando admirados al pararse a contemplarlos. Tal es el empeño de este comercio, que se decide contratar a escaparatistas profesionales que vienen de fuera de Soria para montar y desmontar estas maravillas. Carrozas tiradas por hadas, maniquíes, representaciones de las fiestas de San Juan o de San Saturio... composiciones grandiosas que poco o nada tuvieron que envidiar a los grandes comercios del París de la bohemia, ni a los de ninguna otra capital europea de moda en aquellos momentos. Encargados de la empresa como José María Montejo, también profesor y yerno de don Evaristo, Agustín La Torre, empleados como Eloy Ortega, Antonio Ruiz, Pepe Arranz y Heliodoro Barquero fueron los protagonistas de estas verdaderas obras de arte, impensables por desgracia en nuestros días.
En el año 1962, nace en Soria una mini empresa bautizada con el nombre de Nuevas Galerías. La creación de la misma la llevaron a cabo tres trabajadores, entre ellos Ángel Rubio, procedentes de la entonces firma Evaristo Redondo.
Los grandes almacenes de Evaristo RedondoLos años 80 ya son años donde los almacenes de Viuda de Evaristo Redondo empiezan a mostrar una ligera decadencia. Las nuevas tendencias de moda, donde ahora se prefiere la cantidad antes que la calidad, la progresiva desaparición de las sastrerías en toda la capital, los cambios en la evolución de la sociedad unidos a las crisis económicas, fulminan sin piedad y de manera inmisericorde en el año 1992 a estos grandes almacenes de los que os acabo de relatar su historia. El local pasa primero a ser un salón de juegos recreativos y después una entidad bancaria.
Los grandes almacenes de Evaristo Redondo Soria del alma, tan querida, al evocar parte de tu ayer, siento que mi espíritu se va tras de ti. Cabalgará día y noche hacia el pasado, sintiéndose soñador y Quijote. Soria del alma, tan querida, como te recuerdo ahora es como quiero recordarte.
A Rafael Romera Ibáñez, buen amigo y mejor persona, por sus aportaciones en documentos, facturas y esquelas, tan imprescindibles como necesarios para elaborar este artículo.
Fotografías: Cortesía de Nacho Rubio