El 10,4 por ciento de los trabajadores de Castilla y León están afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), por encima de la media nacional, que es del 9,9 por ciento. Así se desprende del informe 'Recuperación del mercado laboral en titulares', un estudio llevado a cabo por Randstad Research y recogido por Ical.

El porcentaje de trabajadores acogidos a un ERTE con respecto al total de afiliados fluctúa de manera considerable según la comunidad. Baleares, con el 24,5 por ciento, y Canarias, con 20,7 por ciento, son las que registran mayor porcentaje de profesionales en ERTE, seguidas por Cataluña, la Comunidad de Madrid (11,5 por ciento), Castilla y León (10,4 por ciento), y la Comunidad Valenciana (9,8 por ciento), todas ellas por encima de la media nacional.

Ya con pesos más moderados, inferiores al conjunto del país (9,9 por ciento), se encuentran Ceuta (8,9 por ciento), La Rioja (8,1%), Galicia (7,7 por ciento), Andalucía, Asturias (ambas con el 7,6 por ciento), País Vasco (7,5 por ciento), Cantabria (7,2 por ciento), o Melilla (7,1 por ciento).

Los porcentajes más bajos de trabajadores en ERTE, todos ellos por debajo del siete por ciento, se han registrado en Aragón (6,8 por ciento), Navarra (6,4 por ciento), Murcia (5,3%), Castilla-La Mancha (4,8 por ciento) y Extremadura (4,7 por ciento).

Finalmente, Randstad Research también destaca la reducción paulatina de profesionales acogidos a ERTE. Desde abril, momento en el que un mayor volumen de trabajadores estuvo acogidos a esta herramienta, 3,39 millones, se ha reducido en un 46 por ciento, es decir, 1,56 millones de profesionales han abandonado el ERTE.