No entienden desde Élite Multigestión (Lafuente, De Miguel y Soto) la decisión de apartar a Santiago Soto como administrador concursal en vísperas de conocer las ofertas de hasta ocho empresas para entrar en Aleia Roses, alguna de ellas dispuesta a aportar hasta cuatro millones de liquidez y a conservar a toda la plantilla. Temen que se dilaten en el tiempo las operaciones para dar viabilidad a la factoría y que esta termine cerrando sus puertas, lo que podría tener consecuencias irreversible. Por ello y porque la decisión judicial está argumentada en una relación personal del exadministrador, que no influiría, según estiman, en el proceso, han decidido presentar un recurso para revertir su cese.