Por un sector lácteo más sostenible

SPC-Agencias
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El Gobierno anima a avanzar en el proceso de transformación para alcanzar una economía circular pensada para hacer frente a los desafíos actuales y del futuro

Por un sector lácteo más sostenible - Foto: Miguel Toña

Seguir ofertando productos básicos y de alta calidad respetando el medio ambiente. Este es el gran desafío al que se enfrentan la mayoría de empresas de la industria alimentaria, en un momento en el que el cambio climático está a la orden del día. Por eso, desde el Gobierno se anima al sector lácteo a avanzar en el proceso de transformación para alcanzar una economía circular y sostenibilidad a todos los niveles.

Así lo defendió el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, durante el Congreso Europeo de Industrias Lácteas, organizado por la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL) y celebrado este año en Madrid, un encuentro profesional para intercambiar experiencias y conocimientos sobre los retos del sector del hoy y el mañana.

Bajo el lema Leche y lácteos, esenciales para tu vida, España volvió a acoger la semana pasada y después de 20 años esta cita clave tanto para el panorama europeo como mundial, en el que distintos representantes y expertos de diferentes ámbitos, como economía, nutrición o sostenibilidad, asistieron a paneles de debate para abordar la enorme aportación de la industria láctea a la sociedad y los retos que afronta de cara a 2030.

En esta línea, el titular de Agricultura reiteró el apoyo del Ejecutivo para que este mercado pueda hacer frente no solo a los desafíos actuales, ocasionados por la invasión de Ucrania, sino también a los del futuro más cercano. Por ello, defendió la necesidad de responder a las nuevas e incipientes demandas de la ciudadanía, como las de asegurar el bienestar animal, hacer frente al calentamiento global, la producción ecológica y eficiente o la variedad en la oferta.

En cuanto a la circularidad, Planas instó al sector a apostar por subproductos como los estiércoles o los purines para completar ese proceso, así como a incrementar la sostenibilidad ambiental con prácticas como las que permiten secuestrar carbono.

Según previsiones comunitarias, se estima que la producción láctea europea ascenderá a 162 millones de toneladas para 2030 y, con el objetivo de respaldar a los productores en España, el ministro de Agricultura destacó que el sector lácteo va a seguir siendo uno de los principales perceptores de los fondos procedentes de la Política Agraria Común (PAC), en el período de 2023 a 2027.

En concreto, la PAC destinará más de 221 millones anuales, que suponen un incremento del 30% en las ayudas asociadas al vacuno de leche y un 17% en las del ovino y caprino.

 Asimismo, según matizó Planas, se darán también subsidios medioambientales al pastoreo extensivo, entre otras medidas. La industria láctea dispondrá de figuras, como las islas de biodiversidad o la siega sostenible en las superficies de pastos, entre los ecorregímenes a los que se puede acoger.

Valor y arraigo territorial

Y es que, el apoyo al sector es fundamental dados los beneficios económicos que aporta a España, donde otorga grandes «valores en materia de sostenibilidad ambiental y arraigo al territorio», ya que se compone de 12.000 explotaciones lecheras, muchas de carácter familiar, y está presente en 2.000 centros autorizados de recogida, manipulación y transformación de este producto.

A juicio de Planas, el modelo europeo ofrece garantías de que el producto es de calidad, algo que hay que aprovechar en los mercados internacionales y «jugar bien las cartas» en este sentido, mediante la promoción y la búsqueda de creación de valor añadido.

Además, el ministro reivindicó la última reforma de la legislación sobre la cadena alimentaria en el país para crear valor y el decreto que regula las condiciones de contratación en el sector lácteo. Asimismo, avanzó que en breve el Gobierno aprobará también un decreto para la ordenación del sector del vacuno y del lácteo.

Y ante el aumento de los costes de producción como consecuencia de la guerra iniciada por Rusia en Ucrania, Planas quiso poner en valor el presupuesto de 169 millones de euros dirigidos a apoyar la industria lechera, concretamente al vacuno, ovino y caprino.

También se refirió a la extensión de la norma de la Organización Interprofesional Láctea (Inlac), que fue aprobada la semana pasada y que servirá para promocionar la leche y sus derivados, fomentar la transparencia, contribuir a la vertebración sectorial e impulsar la investigación, durante los próximos cuatro años.

De esta forma, se destinará entre el 55% y el 65% para la promoción y comunicación de la leche y los productos lácteos, y entre el 45% y el 35% para la mejora de la imagen de la producción ganadera y la sostenibilidad social y medioambiental de la actividad del sector, mientras que el reparto se completa con un 7% para vertebración sectorial, un 6% para I+D+i, y otro 7% para la gestión de la extensión de la norma.

Medidas extraordinarias

No obstante, pese al fuerte apoyo que defienden desde el Gobierno español, la industria láctea reclamó durante el Congreso Europeo la aprobación de medidas fiscales extraordinarias para mitigar los severos efectos de la inflación. 

Esa fue la petición del presidente de FeNIL, Ignacio Elola, durante la sesión plenaria del encuentro, quien aseguró que toda la cadena de valor está sufriendo las graves consecuencias del aumento del precio del gas y de la electricidad, a lo que se suman la sequía y el encarecimiento de los piensos, cereales y materiales como el plástico, el vidrio o el cartón. «Las situaciones extraordinarias requieren medidas extraordinarias», especialmente en un momento en el que el precio de la materia prima en origen se ha incrementado un 40% desde septiembre de 2021.

Elola también quiso reafirmar el «compromiso inquebrantable» del sector con la España rural y la sostenibilidad, que requiere de unas políticas, inversiones, plazos y fiscalidad proporcionadas. 

En este sentido, destacó la reciente suspensión del impuesto al plástico por parte del Gobierno italiano y aseguró que, en el caso español, este gravamen se introduce en un «momento inoportuno», en el que la crisis energética y el alza del resto de las materias primas están generando la mayor inflación en décadas.

Impuesto «inasumible»

En opinión del presidente de FeNIL, la tasa al plástico sitúa a España en una «situación de desventaja» frente a sus socios europeos, limitando la capacidad de todo el sector para continuar invirtiendo en innovación. Además, advirtió de que este impuesto, «inasumible para las compañías», supondrá un impacto para todo el conjunto industrial, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, que son «patrimonio del país, fuentes de innovación y fuerza motriz del sistema de mercado», dificultando así su pervivencia.

Por ello, animó al Ejecutivo español a retrasar la entrada en vigor de este gravamen, previsto para el próximo año, después de que Italia decidiese aplazar la medida un año, e instó a adoptar normativas que «eviten distorsiones y cargas» a un sector «esencial» para la alimentación en Europa.