Con la convocatoria de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) echa a rodar un nuevo periodo académico en la Universidad de Valladolid (UVa) y, por consiguiente, en el Campus Duques de Soria. En la provincia, 476 alumnos tendrán que elegir grado en función de sus preferencias y calificaciones, mientras que en el distrito de la UVa son 4.348 estudiantes. «Somos UVa», subraya el vicerrector del Campus soriano, José Luis Ruiz Zapatero, que recuerda que en marzo la candidatura de Antonio Largo ganó las elecciones (51% de los votos en primera vuelta), tras cuatro años de mandato en el que se cumplió el 76% del programa de 2018, y estaban en curso un 17% de las propuestas, teniendo en cuenta lo que supuso para la vida universitaria la irrupción de la covid.

Así las cosas, en los próximos cuatro años las bases asentadas en la legislatura anterior tendrán continuidad y, como no, hay prioridades en las que hay que volcarse. «Hay que estabilizar al PAS [Personal de Administración y Servicio], para lo que seguiremos la línea de la última ley del Gobierno, y hay que rejuvenecer la plantilla de la UVa, en general, y en el Campus de Soria, en particular [...] Y atraer estudiantes, que son nuestra razón de ser», sostiene Ruiz Zapatero.

En este escenario, los esfuerzos están orientados a la captación de alumnos de otros territorios y también de profesores que estén dispuestos a desarrollar en la provincia su carrera profesional universitaria.

«El Campus de Soria tiene que venderse fuera, lo tengo claro. Tenemos que ser capaces de contar con unos estudios de calidad que sean atractivos. La UVa tiene que atraer tanto a estudiantes como a profesores, por eso es muy importante mostrarse fuera. La UVa, a nivel de internacionalización, lo está trabajando bien y tendrá sus frutos, aunque en educación los resultados no son inmediatos. Hay que trabajar a medio y largo plazo, en educación superior no se puede ser cortoplacista. Y en el Campus de Soria veo ese futuro si nos renovamos, porque nuestro principal activo son las personas. Ya tenemos unas instalaciones modernas y eficientes, pero esto no puede funcionar sin estudiantes y el resto del personal, profesores y PAS. Por eso hay que cuidarlos y renovarlos», reflexiona.

La comunidad universitaria soriana está compuesta por más de 1.700 alumnos, 256 profesores y 50 trabajadores en Administración y Servicios. En cuanto a estos últimos, se busca su «funcionarización» a partir de la reciente 'ley de interinos', y urge «rejuvenecer» al personal docente e investigador. «Es una prioridad para toda la universidad española, para la de Valladolid y, aún más si cabe, para Soria», reitera el vicerrector.

En este sentido, el reto es crear un contexto que interese a profesores de fuera, algo en lo que, a juicio del representante del Campus, «ha mejorado» en los últimos años, gracias al esfuerzo del equipo rectoral, de los decanos de los cinco centros y del personal docente.

Asimismo, Ruiz Zapatero hace hincapié en la necesidad de convertir la UVa en Soria en un «agente social y cultural relevante», con mayores implicaciones en el territorio. Y, de la misma manera, reforzar la colaboración de las administraciones «Soria, ciudad universitaria, pero de verdad. Necesitamos también el apoyo de las instituciones, como lo estamos haciendo, pero que sea mutuo. En esta línea, podemos ser útiles», matiza.

Por ello, el vicerrector apela a la «discriminación positiva» y a instrumentos como el Plan Soria, que ya cuenta con una dotación de 200.000 euros al año para la financiación de las matrículas de los alumnos de primer año, y que, en la misma dirección, se establezcan ayudas para los docentes. «Por qué no cofinanciar becas a profesores que vienen de fuera, estancias en pisos o en residencias. Ahí se podría hacer algo más, hay una tarea común a realizar», abunda.

Y es que el impacto económico directo e indirecto está calculado en diez millones de euros al año, «una cifra relevante», por lo que, en su opinión, hay que «implementar esa ciudad universitaria más y mejor».

Ruiz Zapatero se refiere, en concreto, al profesorado del grado de Actividad Física y del Deporte, que encara ya su tercer curso. En la actualidad cuenta con doce profesores y la intención es ampliar cinco plazas más de integrados. «Están viniendo de fuera de Soria», apostilla.

También relacionado con estos estudios, el vicerrector admite que «hay que ponerse a trabajar» para conseguir algún doble grado con la Facultad de Ciencias de la Salud. «Fisioterapia y Deporte, por ejemplo, podría tener recorrido. Pero quiero ser respetuoso, porque tiene que ser un acuerdo entre los centros que nosotros, sin duda, apoyaríamos», advierte.

Nuevas instalaciones. Por otro lado, entre los retos a futuro que destaca el vicerrector del Campus Duques de Soria se encuentra la construcción de las nuevas instalaciones deportivas, para lo que ya se está trabajando en el proyecto base, de cara a que el grado de Actividad Física y del Deporte disponga de dotaciones propias, que también sirvan para otras actividades de la comunidad universitaria. «Va a ser un polideportivo. Está en fase de diseño y puede estar terminado en el plazo de dos o tres años», apunta.

Precisamente, respecto a este grado que forma parte de la oferta de la Facultad de Educación, Ruiz Zapatero resalta que es uno de los seis nuevos que la UVa puso en marcha en el anterior mandato de Antonio Largo. Y, además, pone de relieve que el Campus de Soria ofrece en exclusiva en el distrito UVa tres grados: Fisioterapia, Traducción e Interpretación y Actividad Física y del Deporte.

También, entre los objetivos inmediatos, hay que significar el equipamiento definitivo del edificio de I+D+i, tanto en el exterior como en el interior. «Confío en que dos de los laboratorios estén en funcionamiento el curso que viene. El equipamiento ya está en fase de adjudicación y el plazo son dos meses. La idea no es que sean laboratorios para una sola facultad, serán de trabajo de grupos intercampus. Hay que optimizar los recursos colaborando profesores de ciencias de la salud con ingenierías... sin olvidar, la investigación que Traducción e Interpretación desarrolla en sus aulas especiales. La idea es que ese edificio, por un lado, sean laboratorios de uso compartido y, por otro, ahí ya están Funge (Fundación General de la Universidad de Valladolid) y el Parque Científico, por lo que hay que crear espacios para colectivos que hasta ahora no tenían, como los doctorandos, o para profesores visitantes. Hay un par de dependencias perfectamente equipadas, para uso temporal y previa petición», resume.

Regulación de espacios. Igualmente, el vicerrector sostiene que otro de los objetivos hasta 2026 es «redimesionar» el Campus Duques de Soria, al hilo de la ordenación del nuevo edificio, básicamente para investigación y relaciones con empresas. Próximamente, se publicará una regulación de los espacios para que sean ocupados con empresas, procedimiento que será mediante licitación pública temporal y revisable. Por ejemplo, ya está la firma Föra Forest Technologies y hay otras empresas «interesadas» en el edificio de I+D+i, que para el vicerrector debe ser un «punto de vinculación» de las empresas de Soria y del resto de España con la universidad y con los egresados.

Precisamente, Ruiz Zapatero considera que «hay que trabajar más» en la red Alumni UVa, ya que estima que «tiene recorrido» de cara a promover y mantener vínculos estables y dinámicos entre la Universidad de Valladolid y sus graduados, un punto de encuentro que pretende contribuir a su desarrollo humano y profesional.

«Los programas de prácticas que ofrecen los cinco centros son buenos, pero susceptibles de mejora. Tenemos que diferenciarnos por ser un campus de cercanía, proximidad y, sobre todo, para el desarrollo de varias prácticas. Tenemos un servicio de empleo (Funge) que pone en contacto a los egresados con las empresas. Es muy importante cerrar el ciclo de formación desde que los alumnos llegan hasta que se van y seguir teniendo retornos», aduce el vicerrector.

Agente social. Por último, el representante del Campus Universitario Duques de Soria pone de manifiesto que continuarán en la línea de los últimos años para que la Universidad de Valladolid en Soria sea un agente social y cultural relevante, con más implicaciones en el territorio.

Así, menciona el convenio con el Ayuntamiento de Soria para la creación de la Cátedra Agenda 2030 de Desarrollo Local, con una dotación económica de 135.000 euros; la participación con la Diputación de Soria en la Oficina de la Despoblación, con 150.000 euros; o el Plan Soria que contempla desde hace tres años becas para las matrículas de los alumnos de primer curso (200.000 euros por anualidad).

«La docencia, la investigación y la transferencia de conocimiento» son los pilares de la universidad. Este último aspecto es «clave» para el vicerrector, por la relación que se establece con la sociedad. Sobre esta cuestión, alude a la responsabilidad social universitaria a través del grupo de voluntariado del Campus de Soria desarrollada, en colaboración con organizaciones no gubernamentales locales, en  países como Guinea Bissau o El Salvador.