Tras la multitudinaria manifestación en Madrid hace ahora diez años, Soria también alzó la voz el 15M y un grupo de personas se sumó bajo la denominación Democracia Real Ya Soria y tomando oa plaza Mayor para acampar y organizar distintos actos para  analizar y buscar soluciones a una situación política, social y económica que les provocaba indignación. Pensaron que había llegado el momento de hacer algo frente a los desahucios, el paro, el rescate a los bancos, el bipartidismo, el sistela electoral... Del 15M soriano surgieron iniciativas como la tienda Gratix, el Banco del Tiempo y los grupos de consumo ecológico. Por otro lado, se sentaron las bases para la creación de Podemos, de la que formaron parte en Soria participantes de esta protesta.  

El Día de Soria recuerda con los que estuvieron allí lo que fue para ellos, lo que les movió, su nivel de implicación, los temas que se debatían y creían más interesantes... Pero a todos les pesa que muchos de los jóvenes que en su día acamparon en la plaza Mayor no hayan podido quedarse a vivir en Soria y algunos ni siquiera en España, por esa falta de oportunidades. «Ha habido un éxodo brutal de gente joven activa y muy válida», apunta Iván Aparicio, uno de los convocantes junto a Dani Cacho.  

El 15M se convocaron manifestaciones a nivel nacional y en Soria hubo unas 50 personas. «Pero la de Madrid se reprimió con tal violencia que hizo que unos días después saliera todo el mundo a la calle y eso fue imparable...», recuerda apuntando que ese hecho fue el detonante. «El rumbo que estaba siguiendo la política se distanciaba de lo que la gente quería, que era una política más humana, más derechos, una manera distinta de ver las cosas...», señala.

10 años del 15M: la mecha también prendió en SoriaYa en la plaza Mayor acudieron numerosas personas en las asambleas -cerca de 600 en la primera-y se convirtieron en «espacio de diálogo». Derechos sociales, sanidad, educación, juventud e incluso despoblación fueron algunos de los temas tratados, además del sistema político, la ley electoral y la modificación de la Constitución. Las redes sociales animaron a aumentar la participación, reconocen los participantes. Se compartían alimentos (paellas, churros...) entre los acampados y también se los acercaban muchos vecinos.

«La expresión despreciativa perroflauta se popularizó, cuando eran quienes estaban defendiendo las pensiones, la sanidad, la educación... Hubo una campaña de desprestigio brutal», denuncia Iván Aparicio.Esto afectó a la convocatoria y, al ser difícil mantenerse, se fueron levantando las acampadas (la de Soria el 11 de junio). Pero el movimiento continuó...