Las cabañuelas auguran el invierno más frío

N.Z.
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Luis Ortega predice el tiempo a través de este método tradicional basado en la observación. Avisa, en los próximos meses habrá tres «minifilomenas»

Las cabañuelas auguran el invierno más frío

El 'meteorólogo' del momento es Jorge Rey, el joven burgalés de 15 años que saltó a la fama tras predecir la borrasca Filomena utilizando las Cabañuelas, un método de predicción que proviene de la antigua Babilonia y que tradicionalmente han usado los pastores. Ahora, este peculiar 'hombre del tiempo' está de nuevo en boca de todos tras avisar de que llega el «puro invierno» y que las primeras nevadas importantes estarán aquí antes de que acabe el mes.

En Soria, Luis Jacinto Ortega lleva ya trece años aplicando las Cabañuelas para sus pronósticos del tiempo. Comenzó a hacerlo «a raíz de que todos los días tenía que ir a Ágreda a trabajar y quería saber cómo iba a estar el tiempo» y cómo se iba a encontrar las carreteras. De forma autodidacta, ha ido mejorando su técnica y ampliando los periodos de observación, ya que hay quien realiza las Cabañuelas en agosto, pero también quien lo hace en diciembre, por Santa Lucía, o quien, como él, analiza «la menstruación de la luna de octubre», es decir, los 29 días y medio que tarda la luna en dar su vuelta en octubre. 

Él observa la luna (si está creciente, menguante, gibosa...), las nubes, los vientos, la humedad, las temperaturas... y apunta todo lo que ve día a día en su peculiar cuaderno de bitácora. Después, traslada lo que ha visto a los periodos correspondientes para hacer su predicción. En las Cabañuelas de agosto, por ejemplo, las 'cabañuelas de ida' analizan los doce primeros días, siendo el día 1 el indicador del mes de enero, el día 2 el de febrero y así sucesivamente. En las 'cabañuelas de vuelta' se evalúan los doce siguientes días pero en orden descendente, es decir, el 13 de agosto informaría sobre diciembre, el 14 sobre noviembre y así respectivamente. Algo similar se hace en las Cabañuelas de Santa Lucía, pero con una aplicación por quincenas. Del 13 al 24 de diciembre serían «las que crecen» (siendo el 13 de diciembre la primera quincena de enero) y del 26 de diciembre al 6 de enero «las que decrecen» (el 26 sería la segunda quincena de diciembre), actuando el 25 como «juez» cuando «hay mucha diferencia».

Existen también las témporas que predicen las cuatro estaciones y las Cabañuelas de octubre, que son las que practica este soriano. De su estudio de «la menstruación de la luna» de octubre (que, en este caso, traslada al resto de ciclos lunares) deduce que se aventura un «invierno horrible de frío, muy severo». De hecho, avisa,  «la gente que tenga 50 años posiblemente no haya vivido un invierno tan frío como el que viene, que superará incluso a este, que ha sido muy frío». Porque, apunta, «aunque hablan de calentamiento global, yo lo que veo es un enfriamiento global», avisa. 

A finales de noviembre tendremos ya un «adelanto del invierno» próximo y nos esperan unos meses gélidos donde, además, «va a predominar la bardera [nube pegada a los montes] y el viento del norte». Dicho así puede que no les diga nada, pero Ortega ha hecho su propio refrán para extraer conclusiones: «Cuando la bardera veas es Cebollera, cógete la sudadera», es decir, «mucho frío». 

Según este peculiar meteorólogo, 2022 será un año «de mucho frío y mucho viento» y, de hecho, avisa que se esperan tres «minifilomenas» próximamente. En concreto, el 29 de este mes, el 29 de diciembre y el 27 de enero (del 24 al 31 de enero), las fechas en las que «se van a dar las mismas condiciones que se dieron con Filomena», explica. Nevará esos días y las jornadas más frías del año se concentrarán del 2 al 10 de enero. En la contra, las de más calor serán del 26  de julio al 4 de agosto. 

Es lo que le dicen sus apuntes, que se basan no solo en la observación de aspectos meteorológicos. Ortega tiene en cuenta también lo que hacen los animales, su movilidad, sus sonidos...  «Si las vacas de Valdegeña están tumbadas al lado de la carretera, al día siguiente llueve» y «si las hurracas del alto de la Dehesa cantan de una forma especial, llueve también», ejemplifica. También atiende al refranero popular. Y este fin de semana tenemos la primera prueba, porque según el refrán, por Nuestra Señora de la Piedad, que se celebra el 21 de noviembre, «si es brumoso, el invierno será riguroso». El domingo nos sacará de dudas pero, por si acaso, saquen sus abrigos.